@JuanjeFernandez || El estadio de Martiricos registró ayer su peor entrada en los últimos 12 años. Los blanquiazules se midieron ante el Espanyol con tan solo 12.149 espectadores en la grada, una imagen pobre que tiene un motivo claro. Las bajas temperaturas que se están viviendo en la Costa del Sol, anoche la sensación térmica llegó a ser de cinco grados durante el partido; el mal horario y día del partido, nueve de una noche tras las fiestas y en día laboral; y la caída libre que sufre el equipo con 11 puntos en 18 jornadas, provocaron que La Rosaleda bajase hasta 10.000 espectadores su aforo con respecto al último partido disputado en casa ante el Betis.
Que no hubiese muchos malaguistas en el graderío no impidió que los gritos contra Míchel, Al-Thani y los jugadores resonaran con fuerza justo cuando Mateu Lahoz señaló el final de otro terrible partido del equipo malacitano. La anterior peor entrada data de la campaña 2005-2006, año en el que los costasoleños bajaron a Segunda de la mano de Manolo Hierro. En aquella ocasión un partido ante el Sevilla en la penúltima jornada del campeonato y con el equipo ya matemáticamente en Segunda no llegó a los 10.000 aficionados.
