LOS SENDEROS DE KOKE Y KEKO EN EL FÚTBOL

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De la cantera colchonera a Primera División

@Carloshernando_ | Los caminos del fútbol cuando eres juvenil o rozas la veintena de años son de lo más complicado e inesperados. Buenas actuaciones en el lugar y el momento adecuado pueden ser el trampolín para la carrera y el devenir  del futuro de jugadores en sus próximas temporadas ante la dura competencia existente en estas categorías.

 

Algo similar le ocurrió a las carreras de Keko y Koke en el Atlético de Madrid. Los canteranos colchoneros convivieron juntos durante dos temporadas, luciéndose en el Cerro del Espino para intentar consagrarse en el primer equipo y dejar atrás la categoría de futura promesa, cartel que ambos ostentaban en el equipo rojiblanco entrenado en la temporada 09/10 por Abel Resino y Sánchez Flores.

 

Sus caminos son totalmente opuestos a pesar de haber nacido en el mismo lugar. Mientras que el actual centrocampista continúa defendiendo estos colores sin haberse visto nunca obligado a hacer las maletas, el sendero de Keko ha experimentado diversas bifurcaciones por diferentes ligas para llegar a la máxima competición española.  El internacional español amamantó los saberes del Cholo Simeone, creciendo exponencialmente de su mano, y el de Brunete tuvo que marcharse cedido en invierno de 2010 al Real Valladolid en busca de minutos.

 

No lo tuvo fácil el colchonero en tierras pucelanas, ya que el equipo acabó descendiendo a final de temporada. El equipo rojiblanco todavía poseía la propiedad sobre el extremo, llevándolo a dos equipos de Segunda División como fueron el Cartagena y el Girona, hasta que acabó traspasándolo al Catania italiano. Liberado de la propiedad rojiblanca, acabó regresando a España con el Albacete y llegando a Primera División con el Eibar en la temporada 15/16, tiempo en el que Koke levantó nada menos que seis títulos: dos Supercopas de Europa, una Liga, una Europa League y una Copa del Rey.

 

Ya se conoce cómo es el fútbol. Sus caprichos dan lugar a que caminos distanciados por miles de kilómetros vuelvan a cruzarse otra vez, consagrados ya en la competición de primer nivel y orgullosos por haber logrado sus metas de una forma u otra. En La Rosaleda volverán a verse las caras, y por un segundo, ambos pensarán en los momentos que compartieron en sus orígenes como futbolistas.