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@JuanjeFernandez || Es muy común en el mundo del deporte hablar de que el mayor rival que tiene un deportista es el propio deportista. El reto psicológico de luchar cuando las cosas no te salen bien y sobreponerte a los pequeños baches que pueda haber en el camino. El partido del viernes ha dejado en la mente de Juande Ramos esa idea. El técnico manchego ya sabe que el principal rival de su Málaga en la mayoría de partidos de esta temporada será el propio Málaga y así se lo ha hecho saber a sus jugadores durante el entrenamiento de hoy.
La sensación que ha dejado el empate es que los malaguistas todavía están lejos de la versión que Juande Ramos quiere para su conjunto. El equipo tuvo la posesión de balón, pero no la profundidad necesaria para romper el muro de jugadores que dispuso Enrique Martín en La Rosaleda. Algo que ya se ha convertido en una tónica habitual en las últimas temporadas, donde los blanquiazules se han quedado muchas veces sin ideas ante equipos que no van a querer proponer el fútbol vistoso de los malaguistas.
Juande Ramos ya tiene claro a donde irá enfocado el trabajo de esta semana. El técnico de Martiricos quiere que su equipo mueva la pelota mucho más rápido de lo que lo hizo ante Osasuna el viernes. El entrenador manchego ha destacado que su equipo tiene que jugar más vertical y así dejó un pequeño recado de ello en sala de prensa tras el choque ante los rojillos: “En la primera parte hemos estado embarullados, un poco flojos, no hemos tenido las mejores sensaciones”, comentaba el manchego.
La ilusión ha dejado paso a un pequeño escepticismo que durará hasta el próximo viernes, día en el que los blanquiazules se medirán al RCD Espanyol en Barcelona. Un partido que servirá para seguir viendo que camino toma el Málaga 2016-2017.
El manchego dará una vuelta de tuerca // MCF