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@CesarRadioMARCA | El mercado de fichajes aún no ha finalizado pero el Valencia ya ha hecho su gran contratación en este final del período: la de Estrada Fernández, un árbitro que de impartir justicia, que es su labor en un terreno de juego, no tiene ni puñetera idea, sin perdón.
Todo comenzó en el segundo 15 de partido cuando no quiso enemistarse con la grada de Mestalla e ignoró un penalty a Roque Santa Cruz. No contento con ello, viendo cómo el Málaga se había hecho dueño del partido desde el minuto 15, no tuvo otra que expulsar a Sergi Darder por un plantillazo involuntario a la rodilla de Parejo. Después, poco antes del descanso, se inventó un penalty de Weligton por una mano involuntaria cuando el brasileño estaba caído sobre el césped. Y para redondear y celebrar su `fichaje` por el Valencia, Estrada Fernández decidió anular un gol legalísimo a Juanmi por un fuera de juego que sólo vio él.
Así, con ese descarado robo, el Valencia ganó el partido por 3-0. Pero que nadie se engañe. El Málaga nunca perdió la cara, siempre intentó seguir jugando al fútbol, al buen fútbol. Y generó ocasiones clarísimas, como un robo del debutante Samu Castillejo que sacó Diego Alves con la uña, o la falta botada por otro que debutaba, Juanpi Añor, con el que finalizó el choque. Dio la sensación el equipo de Gracia de saber muy qué hacer y cómo hacerlo. Lástima que el técnico navarro mandara a sus chicos a jugar un partido de fútbol… y no a luchar contra los elementos.