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@SuarezRMarca | La liberación de Gustavo Blanco Leschuk, reconocida por él mismo al término del encuentro ante el Sporting, le viene de fábula al argentino después de cinco meses peleado con el gol. El Tiburón se había quedado sin mordiente a pesar de haber disfrutado de varias ocasiones a lo largo de este tiempo que, en otras circunstancias, habría aprovechado con los ojos cerrados. Confían en el equipo en que esa ansiedad de cara a la portería contraria desaparezca tras su tanto.
Pero, especialmente, se espera también un paso adelante de otros futbolistas ofensivos que siguen sin aparecer cuando de batir al meta contrario se trata. Seleznov volvió a actuar unos minutos ante los asturianos y nuevamente dejó más dudas que realidades. Cierto es que sólo una parada milagrosa de Mariño impidió su estreno, pero aquel remate de cabeza es lo único potable del partido del ucraniano.
Ni que decir tiene que los extremos también son necesarios. Ontiveros parece el más fino, pero aún no se ha estrenado. Ni Mula, que va entrando poco a poco. O Renato Santos, que cada vez cuenta menos. El nivel de Iván Alejo, ahora lesionado, tampoco está siendo el deseado.
Ahora que llega la recta final del campeonato y un encuentro ante el Granada que puede marcar un antes y un después, se hace necesario más que nunca que las peleas de los blanquiazules con el gol se acaben. Se buscan goleadores.
Blanco Leschuk quiere volver a cantar gol en Granada