@JuanjeFernandez || Como ocurrió ya en verano con el final del mercado estival, el final del mes de enero trajo buenas sensaciones para un Málaga que consiguió cerrar todas las operaciones que se propuso y que logró dar a la plantilla el equilibrio que había pedido Muñiz en los despachos. Cinco fichajes de los cuales todavía no ha despegado ninguno de ellos. Hay paciencia con Iván Alejo, desesperación con Seleznov, dudas para Erik Morán e indiferencia con Brezancic y Werner, aún sin debutar ambos futbolistas. El equipo no ha evolucionado pese a los intentos de Muñiz que varió el sistema en Zaragoza en busca de una mejoría que no llega.
El caso más curioso quizás sea el del delantero ucraniano. Seleznov es el que más oportunidades ha tenido en forma de partidos. El punta acumula casi 200 minutos sin haber demostrado todavía el porqué de su fichaje. En ninguno de los partidos que ha jugado el delantero ha conseguido que el aficionado vea algo positivo en su entrada al campo. Un autentico desengañó después de la ilusión que había generado que fuese una recomendación del técnico asturiano.
Erik Morán es el caso más claro de involución. El de Portugalete comenzó de titular nada más aterrizar y las sensaciones que dejó su debut fueron muy buenas. El equipo mimó más la bola pero siguió sin conseguir darle velocidad al juego con su nuevo mediocentro. Poco a poco se fue diluyendo hasta ser suplente o no participar en el partido ante el Dépor.
Iván Alejo es del que más se espera. El vallisoletano tuvo un debut en el que eclipsó al resto de sus compañeros. Desborde, velocidad y mucho atrevimiento. Cualidades que no han ido evolucionando con el paso de las jornadas. El extremo parece haber caído en la desidia de un equipo que deja poco lugar a la magia y mucho al trabajo defensivo. En última estancia están los que no han debutado ni parece que lo vayan a hacer salvo hecatombe de lesiones o sanciones.
