@Pedromartinper | A un solo paso de acariciar la final de los Playoffs o quedarse a las puertas del soñado ascenso. Ganar al Deportivo por diferencia de dos goles es el objetivo marcado por los malaguistas desde que Soto Grado pitase el final del encuentro de la ida en Riazor. Desde aquel instante, la mentalidad de los jugadores estaba focalizada en hacer goles y no encajar en La Rosaleda.
Sin recibir, el Málaga estaría a dos dianas de la gloria. Una hazaña que se antoja complicada, pero desde la llegada de Víctor, si algo ha cambiado, ha sido, precisamente, la facilidad del equipo para anotar. En los ocho encuentros en los que Víctor Sánchez del Amo ha dirigido a los blanquiazules, contando la ida de los Playoffs, los blanquiazules han visto puerta en 18 ocasiones, es decir, una media de 2’25 goles por partido. Lo necesario para pasar.
Además, se acentúa aún más la situación si nos fijamos en los rivales que han sido capaz de frenar la oleada ofensiva de este Málaga. Solo el Mallorca, en el 0-1 de la jornada 36, consiguió tapiar su portería y, por consiguiente, vencer por vez primera al Málaga de la era Víctor. Las cifras hablan por sí solas y demuestran el potencial atacante de los boquerones, ahora toca ponerlo en liza en el momento más importante en la historia del club.
