
Juanfran Funes, de la brigada antivicio…
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Los ocho puntos de doce de Juanfran Funes son ya una realidad más que tangible. La victoria en Albacete dará unas Navidades tranquilas, contra todo pronóstico, al equipo de La Rosaleda y a su entorno. No hubo homenaje a Robe Iniesta de Extremoduro y el Málaga no firmó aquello de «salir, perder, el rollo de siempre». Juanfran Funes es el nuevo jefe de la brigada antivicio del Málaga CF. Sí, porque el entrenador de Loja ha venido y ha cortado por lo sano el aire viciado que había en Martiricos en los últimos días de Sergio Pellicer en el cargo.
El libreto de Funes parece que gusta más a una plantilla a la que también le ha cambiado algo la suerte. Los balones que antes iban a las manos de los porteros o al palo ahora entran y lo que antes era imposible para Alfonso Herrero ha tornado en un regreso al santoral del meta de Toledo.
Se ha ganado el entrenador, por lo menos, el derecho a la duda, qué mínimo. Si bien le cayeron muchos palos en sus primeros días en el banquillo, la inmensa mayoría de ellos iban más destinados a la dirección deportiva y la administración judicial que al propio Funes. Lo que es el fútbol. En tres semanas con el primer equipo, el nuevo entrenador ha sacado más puntos que en tres meses con el filial. Noticia tan inesperada como bien recibida para el malaguismo. Juanfran Funes tendrá que seguir luchando contra el cartel de parche que le colocó Loren Juarros tras admitir que no era el plan A, pero a golpe de puntos desde luego lo tendrá mucho más sencillo.
¿El plan? de Juanfran Funes
El partido tiene una doble lectura a la que el entrenador contestó con una respuesta tan original como… ¿poco creíble? Vale que el plan fuese desgastar al Albacete teniendo el balón, pero dudo mucho que el primer tiempo llevado a cabo por los malaguistas fuese la hoja de ruta del partido. 300 pases y cero disparos a puerta no te lo firma ni el más purista de la posesión. Pero me cae bien que Juanfran Funes tenga ese intento de poder de seducción con la palabra.
La segunda mitad fue como si el Málaga se quitase una faja. El gol de Larrubia, que llegó por sorpresa, sirvió para que todos los de arriba se quitasen el corsé. Joaquín y el del barrio de La Luz acompañaron a un Dani Lorenzo estelar, que hasta ese momento estaba solo en el campo. El resto fue un Albacete que se diluyó y una goleada que pudo llegar a ser mayor.
El plan de Juanfran Funes sigue su curso y, como a Pellicer cuando llegó en 2020, se le exige más por ser de la casa. Si sigue a este ritmo de puntos no habrá quien le discuta nada en unas semanas. Eso sí, habrá sido el triunfo del entrenador y el de los jugadores; que nadie venda luego milongas.
La lucha del malaguismo debe continuar
Termino recordando que el dedo no debe tapar la Luna. La victoria debe dar una semana de tranquilidad al cuerpo técnico y a los jugadores. La lucha del malaguismo debe continuar contra la justicia. Repito, no es una lucha contra alguien en particular. Es una lucha contra el sistema que tiene secuestrado al Málaga y que nos obliga a celebrar una victoria fuera de casa como una Champions, ya que no sabemos si tendremos que esperar otra vez cuatro meses para ver una.
