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@JuanjeFernandez || Cuando Lombán se marchó del terreno de juego en el descanso el corazón de los malaguistas y de Víctor Sánchez se heló. El cambio del de Avilés dejaba a los blanquiazules con tan solo siete fichas profesionales sobre el césped. Otra lesión, hubo dos en la primera mitad, o una roja hubiese sido una condena para el Málaga que hubiese perdido el partido por alineación indebida al no llegar al mínimo exigido por LaLiga de jugadores con ficha del primer equipo. Una situación de la que ya avisó Víctor en sala de prensa y que pudo costar muy caro a los malacitanos.
El técnico madrileño no quiso arriesgar en la alineación y dejó en el banquillo a Ramón para dar entrada a Boulahroud y de esta manera poder tener a solo tres filiales sobre el césped. La no inscripción de Cifu y Okazaki dejó a Pacheco como único jugador con ficha del primer equipo en el banquillo al de Pizarra. Las lesiones de Luis Hernández y Lombán hicieron el resto dando un tinte de pesadilla a una segunda mitad que al final no lo fue. El Málaga jugó con fuego en El Sardinero y no se quemó. Para la segunda jornada ante Las Palmas el problema debería estar resuelto con la salida de Ontiveros al Villarreal.