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@SuarezRMarca | El 17 de noviembre, Mamadou Koné caía lesionado en el partido que el Málaga disputaba en La Rosaleda frente al Nástic de Tarragona. La lesión, una rotura de fibras de grado I-II en el cuádriceps de su pierna izquierda, le mantendría, en principio, alejado de los terrenos de juego por espacio de un mes y medio aproximadamente.
Los plazos se cumplieron e incluso antes del parón navideño, Koné ya corría y esprintaba. Pero aún había que ir con las lógicas precauciones, y más con él, que ya tenía antecedentes de lesiones musculares. Se esperó hasta que las sensaciones fueran las mejores y entró en la convocatoria ante el Almería el pasado 1 de febrero. Calentó en la banda, pero no jugó. Unos días después se resintió de su lesión.
Tras someterse a nuevas pruebas y consultar con otros especialistas, finalmente se ha tomado la determinación de que pase por el quirófano para ser intervenido. Su tiempo de baja se estima, si la intervención de este miércoles sale bien, que se prolongue hasta bien entrado el mes de mayo, como mínimo. Un serio contratiempo para el jugador y para el Málaga.
Koné