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@JuanjeFernandez – AJ Merchán || Que el Málaga sigue buscando reducir gastos es algo tan obvio como algunas de las ‘perlas’ que Jofre y Caminero soltaron cuando fueron cuestionados por el plan de viabilidad hace ya casi tres semanas. El cuadro de Martiricos se encuentra inmerso en un proceso de reestructuración que todavía no ha comenzado, con la esperanza de encontrar alguna solución externa, y que tiene a finales de octubre su primer examen ante LaLiga, un examen serio para el que Tebas ya ha avisado que no quiere ni excusas ni planificaciones en el aire, solo hechos. Para ello ha venido a Málaga Richard Shaheen, nuevo asesor del presidente, cuya presencia en los entrenamientos sigue llamando la atención de propios y extraños.
La cantera malaguista está en la picota desde hace tiempo. Cuando los problemas económicos empezaron a asfixiar al Málaga muchos de los focos se colocaron sobre la futura Academia, los gastos actuales y los futuros de un club que no hace mucho contaba hasta con seis millones de euros de presupuesto para la cantera. Es ahí donde radica la cuestión. Los asesores del presidente Al-Thani creen que la venta de alguno de los jugadores que empiezan a despuntar en el filial e incluso en el primer equipo puede ser una buena manera de recaudar el dinero que el Málaga necesita de aquí al mes de enero.
Jugadores como Ismael Casas, Mula, Iván Rodríguez, Ramón, Hugo Vallejo, Luis Muñoz, Cristo, Juan Cruz, Iván Jaime y un largo etcétera serán puestos en el escaparate de la misma manera que fue colocado el pasado verano Álex Robles. Hay que recordar que el lateral fue vendido al Sevilla, intimo rival malacitano en las categorías inferiores, por una cantidad simbólica en comparación a la cifra que necesita el Málaga y que su traspaso incluso podría acabar llegando al millón de euros si el jugador acaba teniendo éxito en el equipo hispalense. El club ya ha renegociado algunos salarios de jugadores canteranos cedidos a otros clubes y se espera que haga lo propio con los futbolistas que siguen en la entidad.
Otra de las descabelladas ideas del presidente y sus nuevos asesores es la de invertir los 4,4 millones de euros recibidos por el Ayuntamiento para la construcción de la futura Ciudad, apaciguar la deuda con respecto al limite salarial que tienen los boquerones. Una idea que no cuaja porque es inviable sin el permiso de la institución que ya ha dejado claro que la cantidad solo podrá ser invertida en los terrenos de Arraijanal y que van a estar encima del catarí para que ello se cumpla.