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@Danielnz97 || El Málaga cerró el curso este sábado con 17.739 aficionados ante el Elche. La media de toda la competición regular, sin embargo, se queda en 18.086 espectadores. Competir en Segunda División ha sido el motivo principal para que La Rosaleda se haya mantenido en la mayoría de los partidos por debajo de las dos decenas de millares. A ese factor se han sumado otros a lo largo del curso: desde el juego poco atractivo desempeñado en la etapa con Juan Ramón López Muñiz hasta el hecho de que los blanquiazules hayan disputado casi la mitad de los encuentros, nueve de los 21, en día laborable (viernes o lunes) y, por tanto, que se hayan dado en abierto por Gol TV.
La peor entrada fue el 19 de enero contra el Lugo (12.758). Si bien el Málaga venía de ganar en Zaragoza (0-2), una semana antes, en el partido anterior en el templo blanquiazul, se produjo el episodio más negro del curso: la debacle frente al Reus (0-3). Aquello colaboró, y de qué manera, a que la entrada estuviera en torno al 40% de la ocupación total. En el lado opuesto, la mejor imagen se produjo con la visita del Mallorca. El debut de Víctor Sánchez del Amo en Alcorcón (1-4), unido al buen tiempo, a las promociones por parte del club, a la importancia del choque y al nivel del rival, colaboraron en diferente medida para alcanzar los 23.813 espectadores.
Sin embargo, no se puede demostrar que el cambio en el banquillo haya sido el factor determinante en la mejora de la media total de espectadores, aunque sí que ha parece haber contribuido para pasar de los 17.829 con Muñiz, hasta su adiós contra el Extremadura, a los 19.184 desde el de Mallorca hasta el de este sábado frente al Elche. Pero el madrileño ha llegado en el momento final del curso, que es cuando se suelen producir las mejores entradas y las temperaturas más agradables del año, a excepción del primer mes (o un poco más en el caso de Málaga). Por otro lado, en las visitas del Oviedo (15.894) y del Elche (17.739) la cifra de espectadores ha sido incluso menor que en el promedio general con el preparador asturiano, por lo que se refuerza la idea inicial de que no ha sido absolutamente decisivo.