La incógnita de Pablo Guede

El trabajo viene a marchas forzadas. Si bien es cierto que acaba de llegar al feudo blanquiazul, el entrenador argentino está machacando los nuevos conceptos a aplicar en sesiones maratonianas de hasta dos horas y media. Con la puesta en escena en La Rosaleda ante el Valladolid, algunas dudas sobre el juego del equipo se vieron resueltas, pero aún queda la incógnita más grande del Málaga CF de Pablo Guede.

Fue la asignatura de la entidad de Martiricos durante todo el curso: los partidos lejos del templo costasoleño. Las versiones que mostró como visitante a lo largo de la temporada fue muy diferente de forma generalizada. La intensidad y buen juego que en muchos tramos se apreció como local, desaparecía.

Uno de los términos innegociables del Málaga de Guede es la intensidad. Quizás por sentirse desprovisto de su afición, los jugadores boquerones perdían el hambre, pero la ilusión y ganas que insufla el argentino podrían cortar de raíz este problema. La elección de un sistema más atrevido, con un juego más directo y vertical también puede favorecer la tarea y sacar a relucir por fin ese Málaga atrevido y sin miedo como visitante.

Para encontrar la última victoria de los blanquiazules a domicilio, hay que trasladarse al encuentro ante el Amorebieta en Lezama. De hecho, solo han conseguido hacerlo allí y en Alcorcón. No obstante, la referencia más cercana es el partido ante el Girona. Montilivi conoció la mejor versión del equipo, y esa inercia también puede jugar un gran papel.

La incógnita de Pablo Guede, con poco tiempo para trabajar, sigue estando fuera de La Rosaleda. El sábado a las 16:00 en Butarque, la afición podrá tener la primera toma de contacto de cómo se desenvuelve este equipo en la lejanía. Segundo examen, casi más importante que el primero.

Guede en un entrenamiento con el Málaga | MCF