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González Fuertes, colegiado asturiano, se cargó el partido en el Camp Nou en apenas dos minutos. Su asistente, que o es del Barça o lo disimula realmente mal, dio validez al primer gol culé a sabiendas de que el centro se realizó con el esférico más de medio metro fuera del terreno de juego. Ese mazazo arbitral, impropio de la que denominan mejor Liga del mundo, fue demasiado para el colista de LaLiga.
Los de Míchel -que, al igual que en el Metropolitano, realizó un gran planteamiento que mereció mejor suerte- jugaron uno de los mejores partidos del campeonato hasta ahora e incluso pudieron empatar a un FC Barcelona tedioso y maniatado. La tela de araña en forma de 4-4-2 fue suficiente para no sufrir demasiado y cuando falló apareció un extraordinario Andrés Prieto. Rolan pudo empatar en la segunda mitad pero el segundo gol azulgrana, con toda la suerte del mundo, cerró el envite. Puede ser un principio para los malaguistas si mantienen este orden defensivo y mejoran el ataque.
Por lo demás, se necesitan dirigentes malacitanos con presencia como tales en las grandes instituciones del fútbol patrio para que respeten el club. O el Málaga CF soluciona este problema o será muy difícil la permanencia.
¡Memoria, Compromiso y Fe! sobre todo esto último.