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De un tiempo a esta parte tiene la manía Mario Armando Husillos de hablar a destiempo. Al contrario que en esta oportunidad en MARCA, solía hacerlo para no ocultar la verdad a la afición. En esta ocasión ha querido justificarse y ponerse la venda antes de que salga la herida. Y lo que ha terminado por pasarle es que le ha salido el tiro por la culata.
Exigir mejor juego al actual Málaga CF cuando tú, como director deportivo, junto al director general, Vicente Casado, has dejado la plantilla como un solar al entrenador, Javi Gracia, es cuando menos una aberración. Afirmar que el equipo no está clasificado donde tú esperabas, teniendo en cuenta el calendario inicial de la Liga y observando como ningún otro club ha pasado por encima de este equipo, resulta demencial.
Terminar diciendo que ya la temporada pasada el conjunto terminó en dinámica perdedora y que así ha empezado la presente campaña liguera, supone una sería deslealtad de Husillos hacia el entrenador. Básicamente, porque la responsabilidad es suya. Es él como director deportivo de la entidad el que decide si Javi Gracia debe continuar o no. Y es él quien le ficha jugadores en las posiciones contrarias a las solicitadas por Gracia. Y, aún peor, es Mario quien le promete que se va a apostar por los jóvenes valores para crecer e incumple su promesa.
En relación a la segunda vuelta de la temporada pasada conviene recordar que la zona noble del club no movió un dedo para incentivar a la plantilla, una vez lograda la permanencia virtual, para aspirar a la Europa Liga. Y eso sin contar que se traspasó a Antunes y a Santa Cruz y que Camacho estuvo casi siempre lesionado.
En definitiva, que esta vez vale aquello de "calladito estás más guapo, Mario". Y menos viajes a Uruguay y Argentina, que luego el bueno lo teníamos en El Palo, un tal Jaume Domenech, y no lo fichamos. Ahora es una estrella en el Valencia.