Compartir esta publicación
Pues parece que el vestuario está muy unido a su entrenador, Víctor Sánchez del Amo, desde luego es un principio. Nadie ni nada asegura que ésto signifique una permanencia u otros objetivos más importantes. Ahora bien, cuando los jugadores van a celebrar un gol con su entrenador es que el feeling existe y hay una comunión. Cierto es que el Deportivo de La Coruña es el peor equipo de la categoría pero no lo es menos que ambos equipos venían de una racha negativa, de la que el Málaga CF parece haber salido por el momento. De paso le ha dejado el “gafe” del colista al Deportivo, con lo que la moral entre los malaguistas está por las nubes. Se suele decir que estas victorias representan más que tres puntos y en esta ocasión es una verdad como un templo.
El mister comprendió por fin que tiene más equipo de lo que él mismo cree, pese a volver a quejarse en la rueda de prensa de la leche derramada por el Jeque durante el último año y medio para planificar esta temporada. Colocó a sus jugadores juntitos y trabajando a destajo en defensa para poder sorprender a los gallegos.
Así ocurrió en muchas ocasiones, el Málaga CF ganó 0-2; pero a nadie le hubiese sorprendido que ganase 1-5. Mikel Villanueva demostró que no es tan mal central como algunos piensan mientras Sadiku terminó por aprovechar el fallo garrafal de Dani Giménez en su salida para cerrar el partido con un gol dedicado a su entrenador con piña incluida de todo el equipo junto al albanes y Sánchez del Amo.
Los blanquiazules salen del descenso, condición sine quane si quieren que exista algún tipo de solución de carácter administrativo y económica posible. Demuestran los jugadores sobre el terreno de juego, que al igual que la afición, tienen un mayor grado de compromiso que su nefasto presidente.
Víctor Sánchez del Amo volvió a ser D.Víctor por un día, a ver si dura hombre.
No perdamos en cualquier caso la perspectiva, se deben sumar 15 puntos cada cuarto de liga para lograr la permanencia, se necesitan otros cuatro para cumplir con la media. Hasta ayer éramos candidatos al farolillo rojo de la categoría, a partir de mañana se inicia un futuro esperanzador siempre y cuando todos sepan dónde están. Así sea.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo ésto último.