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El fútbol está hecho, como la vida misma, de momentos y emociones que no siempre son las que más agradan a nuestras afición. Pero, igualmente, este santo deporte ofrece a sus seguidores un `Carpe Diem` infinito de alegrías e historias inenarrables y extraordinarias.
Una de estas historias magnificas, para contar a los nietos, la está protagonizando el Málaga CF y su entrenador, Javi Gracia, junto a una afición que no se acaba de creer lo que está ocurriendo. El trabajo de matrícula de honor del técnico navarro ha convertido al cuadro blanquiazul en el equipo revelación de la temporada.
Soñar no cuesta dinero, pero en ausencia de éste, el corazón, las ganas, el rigor táctico, el esfuerzo solidario de todo el grupo y un entrenador capaz de aunar todas estas virtudes en torno al vestuario están permitiendo vivir a los malaguistas una temporada que ya lleva camino de ser inolvidable.
En ello tiene bastante culpa Mario Armando Husillos, director deportivo del club, que fue capaz de mantener su apuesta para el banquillo contra viento y marea, pese a que en la terna de posibles sustitutos de Bernd Schuster había otros nombres con más caché.
A estas alturas nadie se atreve aún de hablar de clasificación europea para el curso 2015-2016, pero desde luego pensar sólo en la permanencia se antoja algo escaso como objetivo a la vista de lo conseguido y de cómo marcha el campeonato liguero.
Es, por lo tanto, un tiempo de alegría y esperanza en el Nuevo Año. En estos días del Adviento hay que dar la enhorabuena a los malaguistas y desearles unas ¡FELICES FIESTAS! Algo que se ha de hacer extensivo a los seguidores del Unicaja, y, en general, a todos los deportistas y clubes malagueños.
Nadie lo hubiese dicho hace cinco meses pero la verdad sólo tiene un camino y la senda malagueña del deporte es sencillamente extraordinaria.