“GOZO SIEMPRE DE UNA MUY BUENA MALA SALUD”, UN ESTILO DE VIDA, UN EJEMPLO, MANUEL ALCÁNTARA

0
32

No hay consuelo posible a la muerte. Los católicos creemos en la resurrección de las almas. Otras creencias, en la reencarnación en una vida mejor o incluso en animales según haya sido nuestro comportamiento en la vida actual. Da lo mismo. La resultante es clara: tristeza, desazón, pena y una infinita sensación de soledad por la marcha del finado.

 

Hace sólo unos días que sus familiares, amigos y Málaga entera, su tierra de toda la vida, le ha dado su particular hasta siempre al maestro Manuel Alcántara. Nunca olvidaré la veneración que mi amiga Mari Carmen Cuevas, q.e.p.d., tenía hacia los artículos de Manolo. Ella y millones de lectores del Grupo Vocento que cada día empezaban a ojear el periódico por la contraportada para poder leer el artículo del maestro de periodistas.

 

Pero yo quiero escribir de la magnífica presencia de Manolo en nuestras vidas durante los últimos casi diez años. De la mano de su ahijado Javier Olmedo -ha sido para Manolo un apoyo extraordinario e inigualable-, tuve la suerte de poder dialogar con el maestro en muchas ocasiones y entrevistarlo. Además, nuestra casa, Radio Marca Málaga, tuvo el honor de que aceptase nuestra máxima distinción que siempre agradeció enormemente. Se la entregamos el mismo día que a otro grande, pero este del fútbol, Vicente del Bosque, un gran salmantino, magnífico entrenador y persona extraordinaria. Aquel día, Manuel Alcántara, con más de ochenta años, volvió a dar una clase magistral de periodismo con su mente lúcida, moderna y su verso hecho prosa. A un público que llenó la sala 21 de Cinesur, de variada percepción cultural y generacional, lo puso en pie, lo hizo reír al tiempo de entretenerlo con sus recuerdos como excelente cronista de boxeo. Fue uniendo cada palabra mientras construía cada frase de forma explícita consiguiendo la inusitada atención del auditorio que acabó puesto en pie para ovacionar durante más de cinco minutos al maestro cuando finalizó su alocución.

 

¿Te has dado cuenta de que no hay algo más antiguo que el periódico de ayer?, le decía en su tiempo César González Ruano a Manolo. No hay nada más antiguo que la muerte y, por desgracia, siempre está de rabiosa actualidad. Ahora ya en el cielo de su mar del Rincón de la Victoria descansará para siempre desde su tribuna celestial este poeta universal, malagueño de pro y articulista excepcional.

 

Manolo, que gozó siempre de una muy buena mala salud y su gin tonic diario, con el Mediterráneo de fondo, siempre estará en nuestro recuerdo junto a sus artículos, poemas y forma de afrontar la vida preparándose para el día de la despedida. Me dedicó su libro “La Edad de Oro del Boxeo” y lo hizo considerándome su hermano menor pero sólo en la edad. Nos escuchaba cada día y le encantaba la forma de informar libre e imparcial de nuestro equipo. Me quedo con su respeto, el de uno de los más grandes, y con su amistad familiar que siempre me demostró.

 

""

 

Descansa en paz, amigo mío, y disfruta de las interesantes tertulias que, seguro, vas a disfrutar con otros grandes poetas y periodistas desde tu tribuna celestial, como hacíais en el Café Gijón de Madrid.

 

Gracias por todo, hermano mayor, pero sólo lo fuiste en edad, ya lo sabes.