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Definitivamente este Málaga CF ha perdido el ángel que le iluminó durante la primera vuelta. Ocho jornadas sin ganar y cada encuentro que disputa, peor que el anterior. Frente al Elche, es cierto, se disputaron varios partidos en uno solo. Pese a ello, no se puede culpar únicamente al colegiado Undiano Mallenco de la derrota, aunque anuló un gol más que legal de Amrabat y en el aspecto disciplinario y en las tarjetas fue un desastre. Hay que decir en su descargo que señaló bien el penalti y la expulsión del guardameta ilicitano.
Es verdad que no se juega igual con un 1-0 que con un 0-1, pero el conjunto blanquiazul ya hace tiempo que es incapaz de ganar un envite aunque se adelante en el marcador. Por momentos pareció que el ímpetu con el que salieron los de Gracia sería suficiente pero no fue así. Gol anulado a Juanmi y van… acertó Undiano. Gol anulado a Amrabat, se equivocó Undiano. Entre medias, tanto del Elche en una contra espectacular y, desde entonces, la táctica fue la de colgar balones, facilitando la labor defensiva de los de Escribá. Gran mérito de un equipo que no cobra y ha sellado de manera brillante la permanencia.
La segunda mitad, con el único cambio de Javi Guerra por Samu Castillejo -habrá que llamar a Paco Lobatón porque su fútbol ha desaparecido- no varió en exceso el deambular del choque. Los ilicitanos se defendieron bien y los malaguistas no creaban casi ocasiones de gol.
El míster blanquiazul tiró de Duda por Juanmi, y no está el portugués para muchos trotes. Pese a ello, un pase suyo acabó en el penalty que se empeñó en lanzar a pesar de la trifulca con Damián Suárez -que debió recibir también amarilla y hubiera sido la segunda-. El jugador ilicitano le sacó de sus casillas y Duda marró la pena máxima. La pregunta es: ¿dónde estaba Javi Gracia para evitar que un jugador con ese calentón lanzase la pena máxima?
Más tarde incluyó a Ricardo Horta, pero buscar de un futbolista diesel que sea un revulsivo es imposible. Total, que se marcó el 1-2 en el tiempo de añadido y al final casi empata Duda. Claro que si a estas alturas el luso tiene que ser la solución del Málaga, apaga y vámonos.
Sin un presidente, léase Al Thani, que incentive a la plantilla, y con nula o escasa presencia de peso del club en las instituciones federativas y arbitrales, ir a Europa es una quimera.