Sinceramente, en otras circunstancias, y no soy dudoso al respecto, servidor ya habría pedido el cese del entrenador o su dimisión por vergüenza torera. NO ES EL CASO. Míchel tiene poca culpa o ninguna en el orden del puñetero calendario de LaLiga, y menos aún en la lamentable, penosa, insultante, demencial y escandalosa confección de…