UN CLUB SERIO YA HABRÍA DESTITUIDO A VÍCTOR SÁNCHEZ DEL AMO

0
35

Desde luego que podría analizar el partido frente al Lugo y encontrar, sólo en los cambios, motivos más que suficientes para  que el actual entrenador del Málaga CF ya estuviese en la calle. Sería fácil acudir a las estadísticas de la primera vuelta para justificar de manera fehaciente y sin ningún lugar a la duda el cese del técnico: cuatro victorias en veintiún partidos disputados. Y, de postre, una eliminación en la Copa del Rey frente a una Tercera División como el Escobedo, que apenas sí gana partidos en casa durante la competición liguera.

 

Aún sería más sencillo si me remito a que el club blanquiazul, con una parte de la plantilla compuesta con jugadores de Primera División y varios internacionales en sus filas, ha sido incapaz de ganar al Mirandés, Extremadura, Ponferradina, Alcorcón, Lugo, Numancia o Fuenlabrada, entre otros “grandes” equipos de la categoría. Tampoco lo ha conseguido frente al Sporting, Las Palmas, Albacete, Cádiz, Elche, Girona, Huesca, Almería, Rayo Vallecano o Real Zaragoza, cuestión inabordable para la entidad de Martiricos.

 

En definitiva, que a excepción de los triunfos frente a los más torpes del pelotón -Deportivo, Racing y Tenerife, a los que han ganado sufriendo en exceso, y el 'milagro' frente al Oviedo, los méritos de Víctor Sánchez del Amo para seguir siendo el entrenador blanquiazul se limitan a su 'discurso' y su habilidad extraordinaria para ser un 'encantador de serpientes' único desde los tiempos de Waldo Ramos o Voltaire García.

 

Sin embargo, todo esto es pecata minuta si lo comparamos con las declaraciones del 'profesor' al finalizar el encuentro disputado ante el Escobedo de la Copa del Rey. Vergüenza propia y ajena para justificar una eliminación frente a un rival menor que, además, ha supuesto que el conjunto de la entidad de Martiricos no logre ingresos económicos extras muy necesarios. Hay que recordar que se habría disputado un derbi de rivalidad regional frente al eterno rival, el Sevilla FC, a un partido y en La Rosaleda.

 

En un club normal y con un presidente que no fuese Abdullah Bin Nasser Al Thani, el actual entrenador no habría regresado ni con el equipo en el autobús. Mucho menos se habría sentado este sábado en el banquillo de La Rosaleda ante una afición cabreada y hasta las narices de lo que ha ocurrido durante varias temporadas y, especialmente, desde el verano pasado hasta hoy. Las verdades a medias y el discurso de “la culpa nunca es mía sino de los demás” ha llegado a su fin e incluso quienes no lo veían reconocen ahora que se han equivocado con este señor.

 

El Málaga CF tiene un plantel para no sufrir lo que está sufriendo, pero necesita un entrenador de club y que comprenda a la afición malacitana y sus inquietudes, no a una persona que les venda una burra en cada oportunidad. Se está a tiempo de solucionar lo deportivo con decoro. Lo administrativo es harina de otro costal, que alguien se ponga manos a la obra de una santa vez.

 

¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.