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En mi opinión, los acontecimientos y hechos se van a suceder en los próximos días en el Málaga C.F. Como no hubo ningún movimiento sensato en la pantomima de comparecencia de prensa de Pedro González Segura y su equipo del bufete granadino -ya le vale al jeque colocarnos unos letrados de la Ciudad de la Alhambra a dirigir el club-, sólo queda pensar en un motivo.
Descartado que el Sheikh vaya a invertir cantidad alguna en la entidad malaguista, al menos por lo que ha demostrado las últimas cuatro temporadas, y observando la reacción de afición, instituciones, medios de comunicación, LFP y CSD, es evidente que a casi nadie le ha parecido buena idea el cese de Vicente Casado. Si a ello unimos que es más que probable que Manolo Novo, director financiero, y Joaquín Jofre, abogado del club, también sigan el camino del ex director general, la inquietud por la debacle estructural del club cada vez es mayor.
Teniendo en cuenta la falta de respeto en la comunicación del cese a Vicente Casado, aunque sólo fuese por humanidad, después de tantos años de dedicación exclusiva y trabajo a destajo por el Málaga CF, al que ha salvado de su desaparición al menos en tres ocasiones; considerando que la comparecencia del otro día ha hecho un daño irreversible a la entidad blanquiazul, sólo comparable con la penosa y lastimosa última rueda de prensa de Abdullah Ghubn; y bservando que los abogados de Granada sólo están escudriñando lo que encuentran para ahorrarle finiquitos a la propiedad, se puede llegar a dos conclusiones: o han venido a liquidar el club, tratando de restarle músculo financiero o bien han llegado para reducir dirigentes y responsables blanquiazules con el fin de vender este club -o ya lo han vendido- y vienen a limpiar la era antes de que llegue el nuevo propietario.
De lo contrario, el terremoto organizado por Abdullah Bin Nasser Al Thani sólo puede conducirnos a un descenso seguro en lo deportivo esta temporada y administrativo, por no ser viable el club en la Segunda División, lo que equivale a la desaparición de la entidad malaguista.
Total, que la enmienda del concejal de C’s Alejandro Carballo para retirar el nombre del jeque a la glorieta que lleva su nombre, y respaldada por el consistorio malagueño a excepción del PP, se ha convertido en noticia del día. Definitivamente, las instituciones de la ciudad malagueña le dan la espalda al presidente del Málaga C.F. y le invitan a marcharse del club y venderlo. Que se recuerde que sólo a los dictadores ya fallecidos se les retiran símbolos y nombres de las calles, y en ocasiones es casi imposible hacerlo, da una idea de cómo están las cosas para Al Thani en la capital de la Costa del Sol.
Esperemos que González Segura y su equipo del bufete granadino no demanden al Ayuntamiento de Málaga por esta falta de respeto al jeque, tal y como amenazaron a todo el mundo en la farsa de comparecencia del otro día.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo ésto último.