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Podría escribir sobre los aciertos tácticos y de posición del equipo de Javi Gracia sobre el terreno de juego de Anoeta. De cómo cerró las bandas, principal caudal de fútbol de los donostiarras, para ganarlas a favor de sus laterales. Extraordinario Ricca, que tiene muy buena pinta, y en su línea el amigo Rosales. Podría seguir contando que la movilidad de Çop, anoche con gol incluido, fue un bálsamo para los blanquiazules en la primera parte del envite. O que Recio y Fornals lo bordaron junto a Juanpi Añor mientras tuvieron fuelle suficiente, a la vez que Ricardo Horta mostró destellos de su calidad. Por no olvidarme del batallador Charles ni del buen trabajo de Weligton al lado de Albentosa o del extraordinario Kameni.
Pero no me da la gana de seguir hablando sólo de los jugadores porque anoche el protagonista fue un lamentable Undiano Mallenco, cuyos gravísimos errores evitaron el triunfo malaguista. Menos mal que es paisano de Javi Gracia porque si no lo expulsa por protestar la validez del gol en fuera de juego de Agirretxe.
Undiano no quiso expulsar a Iñigo Martínez a los veinte minutos de iniciarse el encuentro cuando sin opción de jugar el balón derribó a Juanpi Añor cuando éste ya encaraba la vertical del área para batir a Rulli. No conforme con ello empezó a repartir tarjetas amarillas a discreción a los futbolistas malacitanos por acciones similares o menos graves que aquellas de las que eran protagonistas los txuri urdin.
Pero no fue suficiente escarnio a su criterio dejar a la Real Sociedad con once todo el partido sino que remató su actuación dejando que subiese al marcador el gol en fuera de juego de Agirretxe y, previo a su remate, el de otros tres compañeros.
Así las cosas no me apetece comentar el cambio de Filipenko por Ricardo Horta, que dio más opciones a Granero y Rubén Pardo en el tramo final del encuentro. Básicamente, porque incluso ese error desde el banquillo no condona en absoluto el desastre de arbitraje de Undiano Mallenco.
Cuatro puntos menos en dos jornadas de infausto criterio arbitral. ¡PUÑETERA LIGA DE LAS ESTRELLAS!