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Una de las expresiones del antiguo servicio militar español que una buena parte de los españoles de mi generación realizamos dice aquello de "no hay quinto malo", posterior a la habitual estrofa cantada de "quinto levanta, tira de la manta". Ustedes se preguntarán que esto a qué viene, y yo les explicaré que todo ello se produce tras la cuarta victoria consecutiva del Málaga CF en la Liga de las Estrellas, en esta ocasión en Anoeta.
No se recuerdan cuatro triunfos consecutivos en el club blanquiazul desde los tiempos de Manuel Pellegrini, y con esta solvencia aún menos. Con decirles que Bernd Schuster durante la pasada temporada no llegó a hilvanar tres seguidas… Anoche, con un Amrabat de cine; con los dos "samurais" costasoleños, -apelativo con el que han sido bautizados por Carlos Cariño (Diario As), y yo nunca me apropio del trabajo ajeno-, Samu Castillejo como Samuel; con "El Jabato" Camacho – este es mío-; con las subidas de Rosales y Antunes; y todo ello unido a un excepcional repliegue táctico y el aguijón permanente en el que se ha convertido Juanmi, los de Javi Gracia fueron muy superiores en líneas generales a la Real Sociedad.
La única pega, las lesiones musculares de Sergio Sánchez, espectacular temporada la suya, y de un venido a más Antunes. Capítulo aparte el entrenador, que volvió a acertar con los cambios forzados y con el que pudo hacer a su antojo, el de un excepcional Recio.
Comentaba al principio que "no hay quinto malo" y, si se gana al Eibar la próxima jornada, los costasoleños llegarán al nuevo parón liguero con un colchón extraordinario para lo que queda de segunda vuelta.