«Lo que natura no da, Salamanca no presta»

Miguel de Unamuno, filósofo, escritor y poeta bilbaíno, que ocupó el cargo de Rector Magnífico de la Universidad de Salamanca desde 1.901, fue claro y diáfano. El mejor exponente de las letras de la Generación del 98 se refirió en su momento a la falta de capacidades intelectuales de aquellas personas que no estaban cualificadas para los estudios universitarios o cualquier otra cuestión: “LO QUE NATURA NO DA, SALAMANCA NO PRESTA”.

Durante todos estos años de periodismo no he usado mucho esta expresión salvo en circustancias y situaciones de extrema gravedad. Por desgracia el Málaga vive uno de los momentos más graves de su historia reciente.

La incapacidad manifiesta de José María Muñoz, para desarrollar las cualidades mínimas exigibles de un presidente de un club de este nivel han quedado al descubierto de manera evidente con el paso de los meses y años de la intervención judicial.

Lo que he venido denunciando durante el último año y medio sobre su gestión deportiva y la falta de cualificación para rodearse de los mejores posibles en cada departamento de responsabilidad del club costasoleño, es ya tan evidente que hasta aquellos que han mirado todo este tiempo hacia otro lado han terminado por reconocerlo. Es inútil seguir insistiendo para pedirle que adopte decisiones razonables por el bien del club malacitano. Simplemente no quiere, o no le da la gana, o a lo peor no le interesa.

“Lo que Natura no da, Salamanca no presta”, y a Muñoz la naturaleza no le dio dotes para estas lides. Es más, que no cese a nadie y no releve a los responsables directos de lo que está ocurriendo define su incompetencia. Sin embargo todo eso ya da igual, se debe seguir insistiendo en ello para que ni una brizna de hierba de este club eluda su responsabilidad y pueda ser juzgada por ella, pero debe ser más tarde, porque ahora tenemos cosas más importantes que preocuparnos de los mediocres que nos llevan a la RUINA.

El malaguismo, este club, su escudo, sus colores, lo que representa y lo que significa para nosotros es mil veces más importante y lo será siempre mande quien manden en la entidad malaguista.

Tenemos que hacer de tripas corazón, seguir animando a estos jugadores, que semana sí y semana también, nos avergüenzan por su rendimiento y errores de patio de colegio con una falta de profesionalidad espantosa.

No nos queda otra, porque para los malaguistas lo importante es el club, no los tuerce botas de turno que se enfundan nuestra zamarra. Y hay que llenar La Rosaleda e insuflar ánimo a nuestro entrenador Pepe Mel, al que el discurso se le agota porque esta plantilla agota a cualquiera. La volvió “loca” Pablo Adrián Guede y la planificación de Manolo Gaspar, director deportivo, aún en el cargo para mayor escarnio de quienes amamos al club.

Mientras dure el partido nada de silbar, ni flamear de pañuelos contra el palco y su máximo exponente, José María Muñoz. Al contrario, cuando aparezca el insigne presidente en funciones, fotos y aplausos que se encuentre como en su casa y no tenga pellizco alguno en el estómago, no vaya a ser que nos de un susto.

Y, por supuesto, tenemos que conseguir que La Rosaleda sea inexpugnable a partir de ahora, con nuestros cánticos de apoyo y presión al adversario de los blanquiazules. Porque no es posible hacer más por parte de la afición y encrespar más los ánimos no nos va a servir tampoco a estas alturas.

Hay que ganar trece partidos, no hay otro discurso porque ya no puede haberlo. Hay que ganar trece partidos, no nos distraigamos ya con ninguna otra cosa. Hay que ganar trece partidos, y si Pepe Mel no se ve capaz, aún no siendo culpa suya, que de paso a otro entrenador más motivador que sea capaz de hacerlo. Hay que ganar trece partidos, por lo civil o por lo criminal, por las buenas o por las malas, pero no nos queda otra.

Si el malaguismo no quiere llorar otra vez un descenso con desaparición incluida solo nos queda apoyar, levantarnos cada vez que nos caigamos, y obviar cuando no pasar, de los incapaces que gobiernan por desgracia hoy día la grandiosa nave blanquiazul.

No queda otra, después del partido frente al Sporting de Gijón, habrá que ganar doce partidos, ese es mi mayor deseo además de que finalice ya esta infame y  desacreditada intervención judicial.

¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.

AJ Merchán durante un programa de Radio Marca