Los deberes pendientes del Málaga

A pesar de la segunda mitad –donde los de José Alberto merecieron el empate-, quedan matices por perfeccionar en la nueva idea del asturiano y así se vio ante el Tenerife. No saltan las alarmas puesto que acaba de finalizar la pretemporada en Martiricos, pero, a partir del lunes 16, los resultados alegrarán para bien o dolerán tirando a mal. Es inviable estar durante toda la primera parte de un choque sin apuntar ninguna ocasión de gol al casillero. Estos son los deberes pendientes del Málaga.

Hay que profundizar más. Hasta la entrada de Paulino, las bandas no tuvieron trascendencia contra los pupilos de Luis Miguel Ramis. Jairo apenas entró en contacto con el esférico y Haitam lo intenta y lo vuelve a intentar, pero le falta ese fruto que te brinda la experiencia en Segunda. Por su parte, el centro del campo deja una premisa evidente: sin Escassi, la sala de máquinas se ve perjudicada en el sentido de que uno de los tres se tiene que sacrificar. El ’23’ logra la estabilidad que, a la vez, potencia el rendimiento de los dos interiores en la creación del juego. Por tramos, Jozabed se cargó la mochila a sus espaldas.

¿Otra gran asignatura? No depende del míster, quien necesita la llegada del delantero referencia con extrema urgencia por mucha calma que transmita en sala de prensa. Brandon en lanza de ataque baja por antonomasia a recibir el balón, lo que dificulta la presencia cercana al área rival -además, los balones por alto acabaron siempre en el rival-. Mayor y mejor presencia por costados, fluidez en el juego, laterales hiperactivos, supremacía defensiva, conceptos claros en ataque y un ariete de nivel ya o ya. Seis grandes apartados suponen los deberes pendientes del Málaga antes de recibir al Mirandés en la inauguración.

Paulino y Larrubia causaron efecto en la segunda parte | Marilú Báez