A la deriva y sin brújula (0-2)

Apatía, nula capacidad de reacción y el asentamiento en el ostracismo. Esas son las tres características que definen el encuentro del Málaga CF frente al Leganés. Un equipo pepinero que no tuvo que hacer ningún esfuerzo para adelantarse en los primeros minutos del segundo tiempo con un gol de Omeruo a balón parado. El equipo se encuentra a la deriva y sin brújula, y se sigue adentrando en la parte baja de la tabla.

La primera parte arrancaba con el dominio inicial del conjunto boquerón. No obstante, esa superioridad con balón iba a ser totalmente en vano. La carencia de verticalidad evitó que el Leganés sufriera algún tipo de peligro en los primeros compases. Con un esquema que invitaba a la movilidad y el ofrecimiento en corto, el Málaga le perdió el pulso al encuentro a base de pelotazos.

A todo ello se sumó algo que por desgracia ya no es una sorpresa en el desarrollo de los encuentros blanquiazules: los errores defensivos. Alberto Escassi perdía un balón al borde del área que repelía Dani Martín para evitar el primer tanto Pepinero. Tras otro par más de fallos por parte de Lombán, el equipo de José Alberto López entró en el ostracismo absoluto. Y eso que el técnico asturiano va a tener que recambiar su garganta después de los severos sermones que propinó a los suyos cuando las cosas iban mal.

A partir de un par de acercamientos, más allá del minuto 20′, hubo una pequeña reacción tras la protesta de dos posibles penaltis. Un balón centrado al área acabó con el golpeo de puños de Riesgo sobre la cabeza de Peybernes, pero no fue revisado siquiera por el VAR. Unos minutos más tarde otro cuero colgado desde la esquina terminaba con el remate malaguista y el golpeo en el brazo de uno de los zagueros pepineros. Tampoco revistió más importancia para Iglesias Villanueva. Así, el Málaga CF realizó sus mejores minutos antes de encarar el túnel de vestuarios.

Cinco minutos duró la esperanza de adelantarse en el marcador en la segunda mitad. Hasta que Omeruo se encontró un caramelo en el área tras el centro de una falta lateral. El zaguero pepinero no tuvo oposición ninguna, ni marcaje. Empujó a placer ante un Dani Martín que nada pudo hacer.

Una nula capacidad de reacción embriagó al club de Martiricos, y no fue hasta que se produjeron los cambios que hubo algo de cambio en la dinámica. En esas sustituciones se demostró que la sintonía entre banquillo y afición está más distante que nunca. A pesar de la introducción de Roberto al césped, la salida de Dani Lorenzo provocó una enorme pitada, pues estaba siendo uno de los salvables del encuentro.

Tic-tac. Dos toques. Uno para poner el balón en largo, y otro para dar el pase de la muerte y que Juan Muñoz transformara para hacer el segundo. A partir de ahí, el ambiente terminó de explotar. Imprecisiones acompañadas de faltas de contundencia hicieron que la grada llegara al punto de gritar «José Alberto dimisión«.

Una reacción que se quedó en nada y que, para rematar la faena, tuvo la lesión de Hicham como guinda al desastroso pastel que ha supuesto el encuentro. Un Málaga a la deriva y sin brújula que suma 4 partidos consecutivos sin ganar y su segunda derrota consecutiva en La Rosaleda.

FICHA TÉCNICA:

MÁLAGA CF (José Alberto): Dani Martín; Víctor Gómez, Pey, David Lombán (C), Javi Jiménez (Cufré 77′); Alberto Escassi, Genaro Rodríguez, Dani Lorenzo (Roberto 57′); Antoñín, Brandon Thomas (Sekou 77′), Jairo (Hicham 57′ (Chavarría 81′).

CD Leganés (Nafti): Riesgo; Palencia, Javi Hernández, Omeruo, Sergio; Recio (C) (Doukoure 76′), Rubén Pardo (Juan Muñoz’), Gaku; Arnaiz (Randelovic 76′), Borja Garcés (Bautista 61′), Naim (Bárcenas 71′).

GOLES: 0-1 Omeruo (50′); 0-2 Juan Muñoz (79′)

ÁRBITRO PRINCIPAL: Iglesias Villanueva, comité gallego

Peybernes lucha un balón en el área // LaLiga