A la tercera va la vencida. Este refrán español cobra sentido ahora si lo extrapolamos al Málaga y las jornadas de espera para jugar en La Rosaleda. Por motivo de la reimplantación del césped, los blanquiazules disputaron los dos primeros enfrentamientos lejos de la Costa del Sol. Tres puntos de seis es el balance obtenido antes de regresar por fin al hogar. La victoria frente al Castellón llena de impulso y moral a la plantilla para coger con ganas el estreno liguero de Martiricos.
El Alcorcón será el primer rival que visite La Rosaleda. Casualidades o no, el conjunto madrileño guarda con el Málaga una especial singularidad en los últimos años. Y es que, además de ser el que inaugure como ‘enemigo’ en el Templo, también fue el que le puso el broche final al estadio la temporada anterior. En aquel duelo salió victorioso el equipo de Pellicer gracias a los goles de Juanpi y Tete Morente.
Más se acentúa el capricho si se mira hacia atrás. En concreto en agosto de 2018. Ese día se estrenó en casa el Málaga en Segunda División. El rival, quién si no, la Agrupación Deportiva Alcorcón. Un solitario gol de Blanco Leschuk sirvió para regalar por entonces los tres primeros puntos a la afición blanquiazul.
Dos años después será otra vez el Alcorcón quien estrene La Rosaleda en la temporada 2020/21. Una campaña que se antoja complicada, por lo que hacerse fuerte en tu propio estadio desde el inicio es clave para cumplir pronto con los objetivos marcados. Ya en la campaña anterior no surtió efecto el jugar en casa, más aún cuando hizo mella el COVID-19 y frenó en seco el acceso de los aficionados a los estadios. El Málaga fue, sin duda, de los más perjudicados, por lo que esta faceta favorece a los rivales que acudan a Martiricos.
