Un festín para alimentar la Guedeneta (0-3)

Qué bien sienta. Desde el pasado 6 de marzo, el Málaga CF no veía la victoria fuera de La Rosaleda. Esta vez, dos goles desde los once metros de Vadillo y Antoñín respectivamente, y un tanto de Sekou en el tramo final han dado 3 puntos en Butarque que se antojaban vitales tras la victoria del Amorebieta. Un festín para alimentar la Guedeneta que hace que el Málaga mantenga la distancia sobre el descenso.

De más a menos. Así fueron los primeros 45 minutos del encuentro. En los instantes iniciales, ambos conjuntos comenzaron tanteándose. Con un balón algo más dividido, el Málaga comenzó a ganar terreno. Jugadas hilvanadas, con paciencia y con criterio, que desembocaron en un zapatazo de Antoñín -la más clara de la primera mitad- que desbarató Dani Jiménez. Más adelante, de nuevo el de La Palmilla tenía en sus pies una internada en el área que terminó en agua de borrajas y que sería el último acercamiento costasoleño al área rival.

Fue entonces cuando el partido comenzó a desequilbrarse, ganando enteros los locales. Con un centro del campo malaguista que tuvo dudas, la medular fue pepinera hasta el descanso. La espalda de Jozabed, que no encontraba el norte a la hora de defender, fue aprovechada por Arnáiz para crear ocasiones de gol. Sin ser claras, se sucedieron los acercamientos y los centros al área de Dani Martín sin terminar abriendo el marcador. Los malaguistas pedían la hora y el descanso terminó por llegar en Butarque aún con el 0-0 en el electrónico.

La segunda mitad arrancó con un enorme intercambio del balón entre un equipo y otro. Sin dominador claro, ambos conjuntos pugnaban por hacerse por el esférico. Fue en el minuto 56 cuando cambió la película de forma radical. Un penalti claro sobre Antoñín fue transformado por Vadillo para dar la ventaja a los visitantes. El gol sirvió de bálsamo, y el conjunto costasoleño siguió percutiendo para encontrar una mayor recompensa.

No obstante, los locales tuvieron una contra que desbarató Dani Martín con una magistral parada. Tras ello, en el 63′, el VAR rectificaba una decisión de Gorostegui Fernández para señalar la pena máxima por segunda vez. Esta vez, Antoñín transformaba para doblar la ventaja.

Con el partido ya claramente dominado por los boquerones, el Leganés circulaba como pollo sin cabeza. No consiguió acercarse con peligro a la meta andaluza, y el plantel de Guede olió la sangre. En un balón suelto robado por Brandon, Paulino desbordó a Omeruo para poner un pase de la muerte que Sekou enganchó para hacer el tercero.

Un festín para alimentar la Guedeneta que no se había visto en todo el año. El entrenador argentino ha llegado para cambiar las cosas, y se está demostrando sobre el verde. Los problemas de gol parecen haberse terminado, y la inercia no puede ser más positiva. Siguiente parada, el todopoderoso Eibar.

FICHA TÉCNICA

CD Leganés: Dani Jiménez; Nyom, Omeruo, Sergio González, Javier Hernández; Rubén Pardo, Recio (Qasmi, 58′), Cissé; Naim (Rober Ibáñez, 58′), Arnáiz, Bautista (Bárcenas, 58′)

Málaga CF: Dani Martín; Víctor Gómez, Peybernes, Escassi, Javi Jiménez; Genaro, Jozabed, Febas, Ramón (Paulino, 64′); Antoñín (Sekou, 79′), Vadillo (Brandon, 64′)

Goles: Vadillo, 56′ (0-1); Antoñín, 63′ (0-2); Sekou, 85′ (0-3)

Árbitro: Gorostegui Fernández, colegio vasco