Beber alcohol, conducir o votar son cosas que uno no puede hacer hasta cumplir la mayoría de edad. En cambio, salir a jugar un partido ante 25.850 personas y ser diferencial, sí. El ambiente en los aledaños de La Rosaleda transmitía ganas de fútbol, y el equipo respondió desde el primer minuto. Una primera parte que bien pudo acabar con un resultado más abultado, y una segunda mitad marcada por la solidez defensiva y el contragolpe, llevaron al Málaga a conseguir la victoria en un nuevo derbi andaluz, esta vez frente al Granada. DNI Academia para pasar por encima en el Málaga – Granada.
El sistema. Sergio Pellicer repitió empezando el partido con 3 centrales de formación. Monte entraba por Pastor que cumplía sanción por acumulación de tarjetas amarillas. Sin embargo, en ningún momento la línea defensiva se colocó formando una defensa de 5. El equipo malaguista defendió en 4-4-2, como bien viene haciendo durante toda la temporada, con el pequeño cambio de que Lobete ocupaba la banda izquierda, Cordero la derecha y Larrubia acompañaba a Chupete en punta. En ataque, vuelta al 4-2-3-1 con los cambios implementados estas dos semanas. Larrubia actuó como mediapunta y Murillo cumplió funciones de lateral al uso.
Algo ha cambiado desde aquellos partidos en los que, con el 4-2-3-1, el Málaga sufría. La primera clave es Diego Murillo. El dorsal “16” jugó de lateral derecho, ejerciendo un rol más defensivo mientras su equipo mantenía la posesión. Murillo se quedaba a la altura de los dos centrales, pero abierto en banda derecha, facilitando la salida de balón y dando siempre una opción en dicho carril. Gracias a esto, el Málaga salía formando una línea de 3 defensas con 2 centrocampistas de apoyo, haciendo que el equipo siempre tuviera una opción de pase. El malagueño fue protagonista con el balón, siendo el jugador con mayor número de intervenciones en todo el partido (63), además de acabar el encuentro con un 86% en pases.

Posición sobre el campo del Málaga cuando tenían balón
El otro rol que ha cambiado es el del mediapunta, que con Lobete resultaba más un segundo punta y ahora con Larrubia recupera su denominación original. Cuando el equipo rival sube la presión, es David Larrubia el encargado de bajar su posición y, a base de paredes o giros, conseguir la superioridad y dar continuidad y peligro a la jugada. Segundo jugador con más toques (55), 3/5 en regates, 2 faltas recibidas y un 8/20 en duelos.
Izan como capitán general. Había dudas sobre si sus suplencias eran un castigo tras lo ocurrido en Albacete. Tras el partido que firmó ante el Castellón, el canterano ha dejado claro que debe ser piedra angular del proyecto de cara al futuro. En la creación de juego firmó un 96% de pases habiendo intentado 28, un dato realmente sorprendente, ya que hablamos del principal armador de juego. 1 sola pérdida de balón, 1 pase clave, además de un impresionante 3/3 en regates, completan la aportación del “29” con balón. Sin balón aportó lo de siempre: 5 acciones defensivas y 5/7 en duelos. El cambio de sistema beneficia a Izan Merino, ya que no hace falta un organizador de juego tan mandón como Manu Molina, y el malagueño ahí brilla. Está claro que Izan Merino es un proyecto de centrocampista para convertirse en columna vertebral del proyecto malaguista.
Solidez defensiva. Tras 4 partidos consecutivos encajando, el Málaga encadena dos porterías a cero. Pero estas no son porterías a 0 cualesquiera. Estas se completan ante el quinto y el tercer equipo que más goles han anotado en LaLiga Hypermotion. El conjunto de Fran Escribá no remató ni una sola vez entre los tres palos, algo que solo le había ocurrido una vez en la presente temporada. Einar volvió a estar inquebrantable, 10 acciones defensivas y un 7/10 en duelos, acompañado de un contundente Nelson Monte, 7 acciones defensivas y 6/10 en duelos.
Veremos qué pareja de centrales alinea Pellicer de cara al enfrentamiento ante el Eldense, puesto que los 3 llegan en un buen estado de forma. En esta ocasión toca hablar también de Alfonso Herrero, pero esta vez para recordar que estaba ahí, ya que no tuvo trabajo. Decimosexta portería a cero del equipo malaguista, el que más de toda la categoría.
La línea ofensiva. Sigue siendo el principal debe del equipo esta temporada. De nuevo se perdonan ocasiones que podrían haber hecho que la alegría se convirtiera en pena si los resultados hubiesen sido otros. Lobete en izquierda estuvo persistente pero fallón. Cordero en derecha mejoró, pero le falta acostumbrarse del todo a la posición. Chupete fue el que mejor estuvo, siendo el primer defensor del equipo, como se vio en la acción del penalti provocado tras robar un balón en área contraria. Además, es quien más tiene la portería entre ceja y ceja (3 tiros) y sacó a relucir su función generadora con un gran pase previo a la ocasión fallada por Lobete. Otro jugador sobre el que construir de cara a la temporada que viene.
El equipo dejó buenas sensaciones y el partido en Elda puede ser el punto y coma a terminar la temporada y comenzar la siguiente con estos últimos partidos, dando minutos a aquellos que lo merezcan y asentando las bases del nuevo sistema implementado por Sergio Pellicer.