El bendito cambio de esquema

Pellicer prescindió de los cinco defensas en Montilivi y su dibujo tuvo premio

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El cambio de esquema malaguista tumbó al Girona | LaLiga

Un debate mayúsculo en la previa del partido, la esperanza en el respetado blanquiazul. Tras la victoria del Leganés en La Rosaleda, y las mejorables sensaciones en defensa, el duelo contra el Girona es el gran punto de inflexión. Una dubitativa a la par que frágil línea de cinco que Pellicer optó por romper para saltar al césped de Montilivi con un aparente 4-3-3 en la teoría -4-2-3-1 en la práctica-. El bendito cambio de esquema.

Y la nueva propuesta en la pizarra triunfó, porque los soldados vestidos de amarillo respondieron con creces. Mejías y Escassi partieron como pareja de centrales. El venezolano provocó en los primeros compases la gran ocasión del Girona en todo el partido, pero supo reivindicarse con el paso de los minutos. Y el ’23’, a pesar de ser sustituido en el descanso por problemas físicos, fue el gran protagonista gracias a su elegante testarazo que superó a Juan Carlos significando tres puntos tal billete directo al playoff.

El carril diestro, como la seda

El gran engranaje fue el carril diestro. Como la seda. Ismael Casas completó una licenciatura y Joaquín Muñoz aprobó con nota su primera titularidad. Luis Muñoz tuvo en sus botas el 0-2, pero el larguero le dio calabazas. Sigue siendo el aceite que engrasa toda la maquinaria. La gran sorpresa fue Cristian Rodríguez, quien volvió al once titular un mes después. Las acciones a balón parado llevan su firma y es el gran encargado de los pases kilométricos para oxigenar la creación del Málaga. Y Benkhemassa, pese a su historia con las tarjetas amarillas, abarcó en defensa y equilibró la balanza.

La cuarta victoria a domicilio del curso vino, en parte, gracias al bendito cambio de esquema. ¿Ha sido un invento puntual? ¿Pretende Pellicer, quien cumplió su segundo y último partido de sanción, continuar con este dibujo? Lugo, Fuenlabrada y Cartagena. Tres partidos en nueve días. Se avecina un abanico de rotaciones en el que, en una de sus varillas, están las respuestas. De momento, es hora de disfrutar y convivir con los 21 puntos boquerones en 14 jornadas. La mitad de lo posible en el primer tercio del curso. Casi nada.

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