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En el último partido de pretemporada del Betis previo a la visita a Málaga, el conjunto verdiblanco vivió una situación surrealista. Y de tangana. De las que deben no aparecer en el fútbol. Corría el minuto 45 de la primera parte en el Ciudad de La Línea. El Betis, que estaba jugando a un buen nivel, perdía 0-2 ante el Como de Cesc que aprovechó dos desconexiones defensivas del equipo verdiblanco. Un encuentro donde los italianos estaban yendo demasiado duro para lo que suele ser un partido de pretemporada. Algo que no gustó nada al Betis. Una entrada sobre Isco desató la tangana que acabó con agarrones, puñetazos y varios expulsados. El árbitro tuvo que mandar a los jugadores a la caseta antes de tiempo y detuvo el partido que ya se reanudó en un 10 para 10 en el segundo tiempo.
La acción que detonó la pelea fue una fea entrada de Perrone sobre Isco. El centrocampista argentino pisó el tobillo del malagueño en una acción que lo dejó en el suelo dolorido. Esta fue la gota que colmó el vaso. Tras esto, varios jugadores fueron a recriminar la dura acción del jugador del conjunto italiano y acabó con varios enganchones entre diversos jugadores. De esta forma, jugadores de ambos conjuntos llegaron a las manos en un lío que dejó anonadado al público que se desplazó al estadio gaditano.
Tras disolverse un poco la acción, el colegiado decidió expulsar a dos jugadores. En primer lugar Máximo Perrone, jugador del Como que cometió la acción sobre Isco. El segundo, Héctor Bellerín. El lateral se vio envuelto en la tangana pero no hizo nada para ver la tarjeta roja, algo que reclamó insistentemente. Cuando los jugadores ponían rumbo al túnel de vestuarios, la tangana revivió justo en la entrada haciendo ver que los jugadores estaban en un punto alto de tensión.
El partido estaba 2 a 0 a favor del conjunto italiano. En la primera parte, Assane Diao provocó un penalti para los italianos tras una gran jugada individual. El penalti consiguió detenerlo Álvaro Valles, pero el rebote lo mandó al fondo de las mallas el mismo Diao. La primera mitad siguió un ritmo bajo con un Betis que fue incapaz de encontrar jugadas de peligro. Tras esto, en el minuto 35 Lucas da Cunha anotó un auténtico golazo tras dejar a tres jugadores del Betis por el suelo. El centrocampista inició la jugada desde el centro del campo, birló a dos jugadores verdiblancos, tiró un sombrero a Altimira y acabó finalizando desde fuera del área.