Una salida que parece inevitable en el Málaga CF es la de Keidi Bare. El futbolista albanés, que disfruta como el resto de sus compañeros de unos días de vacaciones, tiene un acuerdo con el Espanyol a la espera de que el club catalán llegue a un entendimiento con los de Martiricos. La oferta inicial de 1,6 millones de euros del cuadro perico fue rechazada por Manolo Gaspar. El director deportivo malacitano sabe que el 20% del traspaso del mediocentro irá a parar al Atlético. Noticia adelantada por Radio MARCA Málaga y que esta misma semana confirmaba Rafa Gil en los medios y el propio jugador. Por eso quiere sacar algo más de tajada por el centrocampista.
Desde Cornellá preparan una nueva ofensiva por el jugador. El Espanyol está dispuesto a subir su oferta a 2,1 millones más una serie de variables por fichar a Keidi Bare. Una propuesta que verían con otros ojos por la dirección deportiva del cuadro costasoleño. La estrategia del Málaga este verano es apretar algo en las negociaciones. El club de Martiricos sabe que no podrá hacer caja por muchos más jugadores. La paga extra de Horta y una posible venta de Ismael Casas al Valencia, son los dos únicos frentes donde los malaguistas pueden hacerse con algo de cash.
Se había hablado también de la posibilidad de que hubiese jugadores como moneda de cambio, una opción que ha perdido fuerza en las últimas horas. Mientras, el Málaga tiene otros frentes abiertos. Los boquerones tiene que hacer un equipo casi nuevo para el curso 20-21, y aunque de momento solo pueden hacer consultas a la espera de conocer el límite salarial, se están moviendo a diario para buscar los refuerzos necesarios. Como Enric Franquesa, opción adelantada por Málaga Hoy, lateral izquierdo que esta temporada jugó en el Mirandés y con el que se habló hace diez días. La salida de Keidi Bare parece inevitable si el equipo de Pellicer quiere seguir siendo competitivo. Una verdadera paradoja.
