El Málaga opta por la estrategia del respeto

Los nervios están a flor de piel en esta recta final del campeonato nacional de Liga en Segunda. Comentarios sobre los árbitros, comunicados de protesta, frases con rintintín… Toda la zona alta y la baja ve fantasmas por doquier. Los malos estudiantes han dejado los deberes para el final y salvo la zona media de la tabla, todo el mundo tiene algo por resolver. En esas se encuentra el Málaga de Sergio Pellicer. El de Nules y su equipo han optado por la táctica del respeto como estrategia en La Rosaleda. Pellicer es lo que ha pedido y transmitido en todas y cada una de sus comparecencias en sala de prensa.

Respeto pidió en Albacete, cuando algunos hablaron de guateque después de tumbar al Málaga en el Carlos Belmonte. Pidió respeto en algunas de las actuaciones arbitrales sufridas con varias expulsiones por el camino que dejaron al Málaga sin puntos. Ahora vitales, por cierto. Y respeto ha pedido a su afición y para ella. El último que ha recibido una dosis de respeto es López Toca. Es el ejemplo más claro de que desde Martiricos no se quiere pisar ningún tipo de charco en esta recta final.  

La fórmula de Pellicer también habla del respeto por la competición. “La preocupación nos roba energías. Después del partido del Racing se focalizó. Tenemos que mirarnos a nosotros mismos, nuestro partido. Hay que reflexionar después de cada partido sobre lo que hacemos bien y lo que hay que mejorar. Es la clave nuestra, mirarnos a nosotros mismos. En estos últimos bloques es clave la mentalidad para mejorar el físico y lo táctico. Todo lo demás nos roba energía”. El de Nules y su equipo han optado por la táctica del respeto como estrategia en La Rosaleda.