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No corres buenos tiempos para el Málaga. Dice un refrán que cuando el rebaño permanece unido el lobo se acuesta con hambre y eso es precisamente lo que que quieren hacer por Martiricos. La rueda de prensa de Manolo Gaspar hoy ante los medios haciendo balance del mercado de invierno es un claro ejemplo de ello. El director deportivo malaguista compareció en La Rosaleda acompañado por la plana mayor del conjunto boquerón. Desde José María Muñoz a los capitanes del equipo pasando por el entrenador del primer equipo y su cuerpo técnico. Una fotografía que hacía tiempo que no se veía en Martiricos en una rueda de prensa. El Málaga pide piña y hace piña, ese es el objetivo en estos días de crisis.
En ese sentido habló el propio Manolo Gaspar en algunas preguntas de los medios. El director deportivo cree que el Málaga y la afición van ahora mismo por caminos separados. “El Málaga no va a la velocidad de la opinión publica. La gente ya se cree que tenemos que estar obligados a estar arriba, el club no va al ritmo que pide el aficionado, no podemos. No me pudo comprar un Ferrari, si no tengo gasolina para echarle”, comunicó a los allí presentes y a la propia afición malaguista.
Con Natxo González presente, aunque no hubo ninguna cuestión sobre el entrenador, y con los capitanes del club, que estuvieron presente en el momento en el que Manolo Gaspar dio un toque al propio vestuario. Hacer piña y pedir piña ese fue uno de los mensajes del director deportivo y el objetivo del Málaga ahora. Eso sí, Manolo entiende a la afición malaguista. “Por supuesto que la entiendo, yo conozco a la afición mejor que nadie. Es muy exigente. Nuestra afición es el patrimonio que tiene el club, es impepinable. Entiendo que la gente quiera ver a su equipo terminar el mercado con cinco incorporaciones. Pero la gente no sabe la información que manejamos y nuestros objetivos a un mediano plazo. Entiendo a la afición siempre, que se cabreen, que aprieten, que se sientan mal… Yo también soy hincha del Málaga y sé cómo se sienten”, explicó Manolo Gaspar.
Foto: Marilú Báez