¿El miedo a jugar en La Rosaleda?

El Málaga CF no ha sumado la victoria en ninguno de los tres últimos partidos que el equipo ha jugado como local. Los blanquiazules suman pinchazos ante Real Madrid Castilla, Córdoba y Alcoyano. Fuera de casa, el equipo parece obtener mejores resultado en el último mes y todo eso ha originado que se hable del ‘miedo’ a jugar en La Rosaleda. Pellicer empezó su última rueda de prensa hablando de este tema. «Saber que es un baño de realidad y nos ha pasado en la 13º jornada. Hay que entender que nosotros, estando al límite, competimos contra cualquiera. Hacer autocrítica. El miedo te bloquea y no se puede tener miedo. Hoy muchos se han dado cuenta de lo que es es La Rosaleda y lo que es Málaga”. 

Lorena Cos, prestigiosa psicóloga deportiva, ha participado en el programa matinal de Radio MARCA Málaga para hablar abiertamente sobre este y otros temas relacionados con la presión y el miedo a perder. Una entrevista interesante que sirve para meterse en la cabeza de los jóvenes jugadores del Málaga CF.

¿Qué es ese miedo? “El miedo no es malo, es algo normal. Genera una sensación de angustia porque percibes un peligro, real o imaginario. El miedo está implícito cuando sales de tu zona de confort y vas al aprendizaje. El miedo nos tiene que enseñar a ser previsores. Cuando lo tomas como un enemigo, llega el bloqueo. Aquí se une a la presión, al estrés y ello a la probabilidad de padecer lesiones. Aquí habría que cuestionar qué tipo de lesiones hay y qué vínculo hay con el estrés”.

¿Cómo se origina? “El miedo está originado de forma interna y externa. A nivel interno, es por la manera que el deportista tiene de comunicarse consigo mismo. Ahí hay que trabajar el dónde percibe la amenaza y en lo que depende de ellos o no. A nivel externo, entra la prensa, entrenador, compañeros, etc. A veces los propios entrenadores quieren que sus jugadores no tengan miedo pero no es así. El miedo se puede transmitir en la manera de comunicarse”. 

Expansión del miedo. “Lo más importante es que el miedo se extiende más rápido que un virus, por ello debe haber un psicólogo deportivo que trabaje esto. Puede haber deportistas que entran en ese vestuario donde no encuentren esa amenaza y que dos o tres compañeros transmitan inseguridades, lo que conlleva que lo contagien. Por eso es importante el mensaje del entrenador. Está en el día a día. Nadie nace dominando la manera de gestionar las emociones. Algo que nos ocurre a menudo es que cuando algo te da miedo, huyes y eso hace que se le tenga más miedo”. 

Lesiones. “El estrés influye. Cuando mantienes mucho estrés de manera sostenida en el tiempo, hay una vinculación directa de esto con el sistema inmunitario que tiene consecuencias en la flexibilidad, además de la atención. Tendemos a tener un foco de atención más disperso, algo que nos lleve a un mal movimiento en un choque fortuito, por ejemplo”.

¿Se prepara mejor al deportista para la victoria o derrota? “Cogemos 1000 sujetos y nos dan respuestas diferentes seguro. Se prepara tan poco para ganar como para perder. Hemos tenido casos de deportistas jóvenes que llegan a la élite y que tienen pánico escénico”. Fuera de casa, el equipo parece obtener mejores resultado en el último mes y todo eso ha originado que se hable del ‘miedo’ a jugar en La Rosaleda

Foto: Javier Díaz