El Nástic vuelve a perder el ascenso en la prórroga y la Real Sociedad B será rival del Málaga CF

No hi ha paraules para esto. El conjunto catalán tenía por delante la difícil misión de remontar un 1-3 en Zubieta ante la Real Sociedad B. Y no lo hizo. Remó durante todo el partido e incluso hizo lo más difícil, ponerse 0-2. Jaume Jardí y Joan Oriol ilusionaron a los suyos. Forzaron el tiempo extra y, de nuevo como hace justo un año en aquel 22 de junio de 2024, lo perdieron en la prórroga. Para variar, derrota cargada de polémica. Guibelalde anotó el 1-2 definitivo de penalti. Los grana reclamaron la decisión del colegiado y pidieron otra pena máxima en el otro área. Sea como fuere, el Nástic vuelve a perder el ascenso en la prórroga y la Real Sociedad B será rival del Málaga CF.

El conjunto catalán partió de inicio con un once de garantías conformado por Dani Rebollo en portería, Migue Leal, Pol Domingo, Óscar Sanz, Joan Oriol, Gorostidi, Montalvo, David Concha, Jaume Jardí, Pablo Fernández y el malagueño Antoñín. El filial donostiarra, por su parte, optó por Arana bajo palos, Rupérez, Peru Rodríguez, Beitia, Balda, Mikel Goti, Carbonell, Astiazarán, Mikel Rodríguez, Éder García y Mariezkurrena. Lo cierto es que el Nástic tenía una misión realmente complicada. Conseguir levantar una eliminatoria fuera de casa y con el hándicap de ser el peor clasificado en caso de empate se preveía complicado.

El cuadro dirigido por Luis César Sampedro gestó un buen partido. Hizo lo que tenía que hacer. Fue atrevido y valiente. Durante los primeros compases del duelo, los locales ejercieron un rol ligeramente superior que se tradujo en un par de ocasiones de cierto peligro. Principalmente destacable el remate de Mariezkurrena dentro del área que se le marchó lejos de la meta de Rebollo. Tuvo el primero el combinado donostiarra. Y si algo tienen los playoff es que no te perdonan. Llegados al 37′ de juego, Jaume Jardí fue el encargado de abrir la lata. Centro lateral del zurdo que no encontró rematador y besó las mallas al confundir al portero del Sanse. Este gol hizo temblar las piernas de los jugadores locales y se vio claramente en sus combinaciones. Los nervios fueron un factor crucial a partir de aquí.

La segunda parte fue totamente tarraconense. Volcados sobre el área de Arana, los de Sampedro no cesaron en su intento de poner las tablas en la eliminatoria. El malagueño Antoñín fue sustituido en el minuto 64 por Álex Jiménez. En el minuto 70 reclamaron una discutible roja de Rupérez. El lateral de la Real Sociedad B, que contaba con amarilla, realizó una falta táctica para frenar un contragolpe. El árbitro, Abraham Domínguez Cervantes, oriundo del Rincón de la Victoria, decidió no mostrar la segunda cartulina. Una designación del arbitraje que trajo mucha polémica en la previa del partido por su origen.

Ocho minutos más tarde, Joan Oriol hizo estallar al sector visitante en Zubieta. Desde la pena máxima puso el segundo en el electrónico. El colegiado estuvo acertado en la decisión de señalar penalti. Este tanto igualó la eliminatoria a tres y debaja en bandeja 30 minutos de prolongación en la que el cuadro catalán estaba obligado a meter otro. De nuevo, el Nástic de Tarragona se tenía que jugar el ascenso a LaLiga Hypermotion en la prórroga de la final del ascenso. Esta vez, fuera del Nou Estadi.

Y el fútbol les volvió a castigar. Después de completar un buen partido, el conjunto tarraconense volvió a perder el ascenso en la prórroga de la final con un 2-0 a favor. Y, para variar, cargadito de polémica. En la segunda parte del tiempo extra, el árbitro señaló un penalti para los locales que protestaron mucho los visitantes. La acción es dudosa, debido a que es un rebote de un remate que impacta presuntamente contra el brazo del defensor. Las tomas ofrecidas por la realización tampoco ayudan mucho. De esta forma, Guibelalde, en el mismo 108′ que lo hizo Dioni el año pasado, anotó y obligó al Nástic a meter dos goles fuera de casa y en el segundo periodo de la prórroga. Es decir, hacerse un Málaga.

Pero no pudo ser. La segunda polémica llegaría al filo del 120′. El balón impactó en el brazo de un defensor txuriurdín y Domínguez Cervantes decidió no pitar el penalti. Posteriormente, Pablo Fernández fue derribado y también solicitó la pena máxima. Mismo resultado que el primero. Nada. Y aquí se acabó la eliminatoria. Tres de descuento, pitido final y fiesta en Zubieta. La Real Sociedad B será rival del Málaga CF en la temporada 2025/2026. Se suman al Andorra, Ceuta y a la Cultural Leonesa como recién ascendidos.