El órdago final a un fichaje estrella

Prueba de fuego, otra más, para Alfred N’Diaye. El centrocampista parisino perdió su vitola de jugador vital en el terreno de juego. Antes las bajas en la medular, la de Genaro y Ramón, le toca dar un paso adelante al que debería ser uno de los hombres diferenciales de este Málaga. Es el órdago final a un fichaje estrella y que cuya prestación ha bajado de una manera más que preocupante.

Pepe Mel lo conoce bien y no se muerde la lengua. «Por desgracias ajenas o avatares del fútbol, Alfred tiene el camino para demostrar que aquí estoy yo. Es un futbolista con experiencia, ya lo conozco. Sé cómo piensa y que necesita estar bien. Al más mínimo problema no puede rendir de la misma forma. Tiene el partido ante el Eibar como referencia y como objetivo«, aseguró al respecto.

Más allá del dato curioso y anecdótico de que con él en el campo el Málaga no ha ganado, su ausencia no se debe a este asunto ‘esotérico’. El jugador es suplente por méritos propios y también por la particular batalla por futbolistas como Genaro. El sevillano se coló en el once y su rendimiento ha sido superior tanto al de N’Diaye como el de Luis Muñoz en las últimas jornadas. Pepe Mel le dejó un dardo a ambos y desde entonces su caudal de minutos es inferior. Ahora, ante la baja prolongada tanto del centrocampista sevillano como la ausencia de Ramón, le llega su turno.

Nadie entiende este bajón tan ostensible. Sin apenas pretemporada y pese a llegar con la el campeonato ya iniciado, rindió de manera inmediata y a un nivel más que aceptable. Sostén, equilibrio, fuerza y presencia ofensiva. Era incuestionable en las primeras jornadas y ahora su nombre genera debate. Un hecho que escama en el seno del club, porque su adaptación era cuanto menos sencilla. Pepe Mel lo conoce muy bien, Nacho Pérez lo tuvo también como compañero en el verde, al igual que Rubén Castro. Este domingo, Alfred N’Diaye tiene el órdago final. Un fichaje de gran caché y que desde diciembre no es titular en este Málaga.

Alfred N'Diaye, en un entrenamiento en el Anexo | MCF