El punto de no retorno del Málaga

Los números rara vez engañan y el Málaga CF no rescata un buen botín si encaja dos goles como visitante. Solo en Ibiza pudo arañar un empate cuando el partido estaba cuesta arriba (2-2). Rara avis en las jornadas disputadas. En el resto de partidos como visitante, el equipo de José Alberto naufraga con esa media de gol en contra por encuentro. Es el punto de no retorno del Málaga. Ya pasó en Almería (2), Ponferrada (4), Gijón (2) y este fin de semana en Oviedo.

El cerrojo de Huesca y solo un tanto encajado en Valladolid, hacían presagiar que el Málaga iba aprendiendo la lección como visitante. De hecho, el debate era bien distinto y no había dudas en torno al trío de centrales empleados con el ‘resurgir’ de Lombán. Ese descenso de goles encajados permitía levemente ir sumando unidades a la clasificación. Dos empates en plazas complejas. El Málaga enmendaba errores, las desconexiones parecían menos continuas, pero en Oviedo volvió la imagen frágil y blanda de los de José Alberto.

Un doblete de Borja Bastón sella la cuarta derrota de los blanquiazules como visitante. Es el peor equipo de la competición lejos de su estadio. En Martiricos, el cuento es bien distinto. Un fortín inexpugnable y un equipo sideralmente opuesto al que se ve en el ‘verde’ a domicilio. El punto de no retorno del Málaga: dos goles en contra. Dos dianas encajadas, casi sinónimo de derrota.

Borja Bastón, autor del doblete de su equipo en la derrota del Málaga CF