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Es uno de los nombres llamados a ser importantes tanto en lo que resta de pretemporada como a lo largo del curso que se avecina. Esta responsabilidad equivale a sacrificio, trabajo, rendimiento… y picardía, algo que el míster sabe que en el idioma fútbol es innegociable. Y el canterano malaguista es sobre quien deposita su insistencia en cada entrenamiento con el objetivo de hacerle crecer en todos los sentidos. Pablo Guede le pide «maldad» a Andrés Caro día tras día.
Bajo el apodo cariñoso de ‘Carito’, el argentino le exige más y más al joven defensa del Rincón de la Victoria conforme pasan los días de la ruta veraniega. Tal es la vocación de padre deportivo que el pasado martes se le vio perfeccionar minuciosamente cada acción que realizaba el hasta ahora único goleador del Málaga en los dos amistosos «oficiales». El central está forjado de otra pasta y, de hecho, Esteban Burgos lo confirmó entre risas en Radio MARCA Málaga: «Siempre estoy predispuesto a corregir los errores y si hay que repartir, hay que repartir».
El nivel sobre el verde dictaminará si el ’31’ boquerón copará protagonismo en la zaga. De momento, todo apunta a que en los partidos de esta semana se verá una línea de cuatro inicial atrás. Aquí la cuestión es que la actitud de perro viejo de la categoría se la dará la experiencia en el terreno de juego, se puede ser buena persona y decirle a Álvaro Negredo «es lo que hay» cuando lo tumbas en una acción dividida. Eso es lo que quiere Guede, quien le pide «maldad» a Andrés Caro.
Andrés Caro con balón ante el Cádiz | Javier Díaz