Izan Merino: «Me duele la racha que está teniendo el Málaga CF»

1
36
IZAN MERINO A CUARTOS DE FINAL DEL MUNDIAL
Foto: Se Futbol

Izan Merino estará en los cuartos de final del Mundial Sub-20. La selección española logró el pase tras vencer por la mínima (1-0) ante Ucrania con un golazo del bético Pablo García. Un partido donde el jugador del Málaga CF volvió a ser capital para los planes de Paco Gallardo. Izan Merino es una de las bases más sólidas en las que se construye esta selección española que ya está entre las ocho mejores selecciones del campeonato. En zona mixta, y con la presencia de nuestro compañero Ismael López, el jugador blanquiazul hizo un análisis de la clasificación a la siguiente ronda y también habló sobre la mala racha actual que vive el equipo de Martiricos.

Existe un denominador común en las últimas cuatro derrotas consecutivas del Málaga CF. En todas ellas, Izan Merino ha sido baja. El primero de esos tropiezos, el de Huesca, no estuvo en la lista por molestias físicas. El resto de encuentros, Cádiz CF, Burgos y Racing, sí se los ha perdido por la citación mundialista de Paco Gallardo. Desde la distancia, el centrocampista asegura que «le duele» la situación que atraviesa el Málaga CF. Al mismo tiempo, como también están asegurando el resto de sus compañeros que han tomado la palabra durante los últimos días, está convencido de que el equipo lo va a sacar adelante.

Veo todos los partidos. No me pierdo nada. Soy un malagueño y malaguista más y la verdad que me duele la racha que está teniendo el equipo. Todos los equipos tienen rachas malas. Seguro que lo sacaremos adelante. Tenemos un grupazo, un cuerpo técnico espectacular y seguro que vamos para arriba”, aseguraba el propio Izan Merino desde Chile tras la clasificación de España sub-20 a los cuartos de final del Mundial.

Declaraciones completas de Izan Merino tras clasificarse a cuartos de final del Mundial sub-20

Valor defensivo del pase a cuartos de final: “Creo que hemos estado seguros. Hemos concedido pocas ocasiones y ahora toca ir a por los cuartos de final”. 

La exigencia sigue subiendo para la selección: “Somos España. Siempre se nos exige. Creo que tenemos una gran selección y un gran grupo. Nosotros vamos partido a partido, pero claro que nuestro objetivo es ganarlo”. 

El equipo crece desde atrás: “A nivel de grupo demostramos cada día que estamos defendiendo mejor. Somos un bloque. Es verdad que, al igual que ellos tienen ocasiones, mientras sigamos así con el bloque, conseguiremos mejores resultados. En cuanto al ataque, algún día se estará más acertado y otros menos, pero como he dicho, creo que estamos haciendo buen trabajo”. 

Pensar en los cuartos de final: “Ahora toca descansar porque tenemos los cuartos de final dentro de tres días. Pero al final, en el día a día, lo que hacemos es competir entre nosotros. Analizar al otro equipo. Pero creo que estamos haciendo un buen trabajo”. 

El cambio de mentalidad cuando el equipo estaba al borde de la eliminación: “El seleccionador cuando nos veíamos casi eliminados nos decía que nos dejáramos la vida. Esto es un Mundial, un gran torneo. Somos unos privilegiados al ser los seleccionados y creo que ahora se está viendo el cambio del equipo y espero que siga a más”. 

¿A quién prefiere de rival para los cuartos de final?: “El mayor rival para España creo que somos nosotros mismos. Nos toca centrarnos en nuestro trabajo y ganar”. 

Situación del Málaga CF desde la distancia: Veo todos los partidos. No me pierdo nada. Soy un malagueño y malaguista más y la verdad que me duele la racha que está teniendo el equipo. Todos los equipos tienen rachas malas. Seguro que lo sacaremos adelante. Tenemos un grupazo, un cuerpo técnico espectacular y seguro que vamos para arriba”. 

Contacto con el vestuario blanquiazul: “Mantengo el contacto con los compañeros, sí. Eso no se pierde”.


1 COMENTARIO

  1. TENEMOS LO QUE NOS MERECEMOS:

    La Cosecha del «Málaga de Champions» y la Raíz del Sentimiento.

    ​La anécdota de que en los años 80 las camisetas blancas y azulgranas dominaban los patios de colegio malagueños, mientras que la blanquiazul era una rareza, no es un simple recuerdo nostálgico. Es el punto de partida para entender la fragilidad de nuestra identidad deportiva y la paradoja que vivimos hoy.

    ​Aquella realidad reflejaba una verdad incómoda: la falta de referentes locales frente al poderío mediático de Real Madrid y Barcelona. La Rosaleda se llenaba, sí, pero el fervor por el club de nuestra tierra era un sentimiento de adultos, no una pasión transmitida con la fuerza que hoy conocemos.

    ​El Dulce Veneno de la Inversión Externa
    ​si hoy las camisetas del Málaga CF son omnipresentes en las calles, en la Rosaleda, …..es una «cosecha» mayoritariamente del tiempo en Primera División y, específicamente, del «Málaga de Champions».
    ​El Sueño que Se Hizo Realidad: El proyecto que llevó al Málaga a su máximo esplendor, la UEFA Champions League, generó una nueva hornada de aficionados. Los niños y niñas de esa década crecieron viendo a su equipo ganar al AC Milán, jugar contra el Borussia Dortmund y atraer a estrellas internacionales. Un club que compite al máximo nivel deja de ser un equipo «secundario» para convertirse en una referencia mundial.

    ​La Identidad de Éxito: La etapa gloriosa le dio a la ciudad un estatus de ambición y modernidad. La camiseta blanquiazul dejó de ser un simple atuendo para convertirse en un símbolo de pertenencia y orgullo que las familias se apresuraron a vestir.

    ​La paradoja es ineludible: se necesitó una inversión ajena y ambiciosa para construir el sentimiento local que el club no había podido forjar con la misma intensidad en décadas anteriores.

    ​La Responsabilidad Ineludible: ¿Esperar o Sostener?

    ​Y esta es la razón por la que volvemos al titular inicial: Tenemos lo que nos merecemos.
    ​La mayor crítica al malaguismo no reside en los años de indiferencia, sino en la mentalidad de dependencia que se instaló tras el éxito. Cuando la financiación externa se retiró y el club se hundió en la crisis, una parte de la afición se quedó esperando a un nuevo «salvador de fuera». Se normalizó la idea de que nuestro club solo podía ser viable si un inversor extranjero se hacía cargo de los problemas.
    ​Esta mentalidad nos despoja de nuestra principal fuerza: la masa social.
    ​Hoy, el Málaga CF ha demostrado que su verdadera fortaleza no estaba en la chequera, sino en su gente. La incondicionalidad con la que la afición ha acompañado al equipo hasta la tercera categoría, rompiendo récords de asistencia en La Rosaleda y en desplazamientos, es la prueba más fehaciente de que el sentimiento sembrado por el éxito es genuino.

    ​La lección es clara y dolorosa. El riesgo de que el gol del eterno rival se celebre en nuestro campo solo desaparecerá cuando el club esté sostenido por una base social y económica malagueña inquebrantable. El Málaga CF necesita que ese niño del patio de colegio entienda que la inversión más valiosa es la pasión y el apoyo continuado, y no el capital de un forastero. Solo así, el orgullo por el blanquiazul será innegociable, esté el club en Champions o en Primera RFEF.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí