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Parece que fue un partido de otra época. Un encuentro del pasado. Gritos, cánticos, gradas llenas…No ha llovido tanto, pero el Málaga Zaragoza disputado el pasado 8 de marzo de 2020 fue la última vez que se recuerda en La Rosaleda un casi lleno. Este vacío existencial que han vivido los jugadores y cuerpo técnico, no es consecuencia de una falta de cariño de la afición a su equipo, sino por la irrupción de una pandemia que cambió la vida de todos. La última caldera contó con 22.264 gargantas.
Para el duelo de este sábado ante la UD Las Palmas el Málaga quiere escenificar o al menos preparar una tarde como las de antes. El mejor ambiente de la temporada para tocar en la puerta de los playoff. Las cuentas son claras: llegar a 20.000 espectadores. Una cifra a la que podría llegar el club con facilidad siempre y cuando la climatología lo permita porque hay amenaza de lluvia para el encuentro.
Pese a ello, los números no engañan y los datos invitan al optimismo. Entre los 13.000 abonados que tiene ya el Málaga CF, hay que sumar las casi 3.000 localidades vendidas para el encuentro. Hay que incluir también al colectivo infantil que forma parte de la Fundación a través de la campaña de Valores Blanquiazules y la propia escuela deportiva del club blanquiazul. Alrededor de 2.000 locos bajitos que acudirán a La Rosaleda. Es decir, 18.000 fieles a la causa, como mínimo.
La Rosaleda apretando en un partido // Marilú Báez