El cuadro malaguista ha empezado este periodo en una forma sensacional, aquí los motivos. Las claves del buen arranque de pretemporada del Málaga CF.
Fin a la segunda semana «competitiva» para el cuadro de Sergio Pellicer. Tras medirse al Antequera (5-0) y al Almería (2-1), el Málaga CF afronta una tercera semana en la que se sube el nivel. Y se sube en todos los aspectos. Doble ración de partidos con viaje internacional incluido tras ocho años sin hacerlo. Los boquerones jugarán el miércoles a las 19:00 horas en el Marbella Football Center ante el Al-Wakrah y el sábado a las 15:00 horas en Oxford. Se podría decir que la pretemporada malaguista entra en fase de velocidad de crucero y solo dejará en el horizonte el último amistoso en La Rosaleda relativo al Costa del Sol que le medirá al Real Betis el sábado 9 de agosto. Pero, pongamos el foco en lo que hemos visto hasta ahora.
Las sensaciones son prácticamente inmejorables. Exceptuando las dos bajas por lesión sufridas en carnes de Eneko Jauregi y Luismi Sánchez, todas las noticias son positivas. En el primer amistoso se vieron dos equipos claramente diferenciados. Una arrolladora que dio muestras de estar a un nivel físico realmente óptimo. Enfrente, un Antequera aún en pañales en esta pretemporada. La segunda parte le pesó muchísimo en las piernas al cuadro de Abel Gómez. En el segundo envita se subía la exigencia. Delante un Almería que si bien es cierto que como el Antequera, no había jugado aún, es un equipo llamado a pelear el ascenso de tu categoría. Y las sensaciones extraídas son similares. Propuesta agresiva, valiente y ‘mandona’ de un Málaga que sometió al Almería durante gran parte del choque. El gol de Melamed maquilló un resultado que, si no fuera por Fernando, hubiese sido más abultado.
Lo que es seguro es que es difícil ilusionar más a tu gente que como lo ha hecho el Málaga. Ojo, pies en el suelo. Lo que hagas en julio no te suma de forma directa en competición oficial. Pero es una buena manera de empezar. Tampoco le hace mucha falta al malaguismo ver jugar a su equipo de manera excelsa, ya que ya está rozando de nuevo el límite de los 26.550 abonados con apenas dos amistosos. Pero, ¿cuáles están siendo las claves de la pretemporada malaguista? Diferenciamos tres.
La primera de ellas, el estado físico de la plantilla. El plantel malacitano volvió al trabajo hace cosa de 20 días y, tal y como han destapado los propios jugadores, regresaron al trabajo en un estado de forma fantástico. Cinco semanas de vacaciones fueron suficientes para recargar las pilas y el arduo trabajo de preparación sin balón en este periodo está surtiendo efecto. Ves la forma física de la gran parte de los jugadores y no parecen vivir en julio, sino en abril o en mayo. Están como aviones. Si a ello le sumas una propuesta de fútbol de robar, correr, combinar, fútbol vistoso, etc… Pues tienes como resultado esto.
En segundo lugar, el abanico táctico con el que cuenta Sergio Pellicer. Este Málaga, a día de hoy, es imprevisible. Cerró el curso pasado jugando con tres centrales y esta pretemporada ya le hemos visto salir con tres centrocampistas y con dos, dando más libertad a jugadores de ataque. A su vez, el propio técnico detalló en una entrevista reciente que para la delantera no tiene un esquema fijo. Puede jugar con uno, dos o incluso los tres. La lesión de Eneko complica esta última, pero viendo como están Chupete y Niño, la de jugar con dos puntas va a ser una propuesta que entre en muchas quinielas.
La polivalencia de jugadores como Larrubia, Dani Lorenzo u Ochoa facilita que el preparador pueda desplazarlos a una banda y ‘sacrificar’ al enganche clásico para dejar arriba a los dos delanteros centro. Pellicer sigue haciendo encaje de bolillos para comprobar cuál es el sistema que más potencia las virtudes de sus jugadores. Dotor parece haber llegado para ser creador, pero también le hemos visto demostrar colmillo en zona de tres cuartos. Niño se puede escorar a una banda, aunque su facilidad para definir parece disipar esta idea. El libre albedrío de Joaquín en zonas de ataque, añadido a su condición de ambidiestro, le permite flotar por todas las posiciones. Él mismo detalló en su presentación que se siente cómodo en los extremos, como segundo punta e incluso que ha aprendido a jugar de ‘9’. Ante el Almería le vimos hacer virguerías junto a Larrubia en banda.
Por último y no menos importante, la adaptación de los nuevos. Los cuatro fichajes parecen llevar más de tres semanas en Martiricos. Dan la sensación de estar completamente mimetizados con la idea de este Málaga. Dotor, tanto más adelantado como en posiciones de ‘6’, parece estar cómodo en la labor de creación. Joaquín, por cualquiera de las bandas, sigue demostrando estar en el mejor momento de su carrera. De Adrián Niño qué más vamos a decir. En algo más de una hora de juego ha metido tres goles. Los tres, al primer toque. Qué necesario es tener un jugador así en tu equipo… y cuanto lo ha echado en falta el Málaga en los últimos años a excepción de Roberto. Pero quedarse solo con los goles sería injusto. Niño ofrece trabajo, velocidad, combinaciones y gran juego de espaldas. Es un ariete clásico adaptado al fútbol moderno.
De Eneko podemos decir poco desgraciadamente, pero el técnico ya se ha encargado de decir públicamente que está trabajando bien y que le gusta su perfil. Tendrá que hacer su particular mini pretemporada cuando regrese de la lesión para estar al mismo ritmo que sus compañeros.