El Málaga CF se marchaba al descanso ante el Eibar siendo superior. No había mucha diferencia en cuanto al volumen de ocasiones. El equipo de Beñat San José no inquietó a Alfonso Herrero durante la primera parte. Por su parte, el Málaga CF era superior, pero sólo logró una gran ocasión de gol. La tuvo en las botas de Puga. El lateral derecho granadino se tiró un gran autopase y se sacó un disparo cruzado que obligó a Magunagoitia a tener que hacer una gran parada. El equipo de Pellicer se volcaba mucho más en el costado derecho que formaban Puga y Larrubia en comparación al izquierdo de Víctor García y Lobete. A la vuelta del descanso, Pellicer movía la defensa. Dejaba fuera a Puga y daba entrada a Diego Murillo.
El cambio puede parecer raro por dos motivos. El primero de ellos es porque Puga estaba siendo una de las mayores amenazas blanquiazules en la primera parte en ataque. Y, por otro lado, Murillo entró al campo antes como lateral derecho que Jokin Gabilondo. Pellicer optó antes por un central reconvertido a lateral que por un lateral derecho puro como es el criado en la cantera de la Real Sociedad.
Pellicer se esgrimió a motivos tácticos. Le dio más prioridad al asunto defensivo que el ofensivo. El papel de Puga en defensa se complicó cuando Luismi tuvo que abandonar el terreno de juego. «Ellos con Arbilla nos fijaban con Guruzeta por dentro. Eso ha sucedido cuando se ha ido Luismi y Arbilla daba pases que superan dos líneas. Eso nos ha creado ocasiones. Murillo es más defensivo y ganador en duelos individuales. Dejamos a Larrubia más abierto. Tienen que entender que esto es fútbol. Puga lo estaba haciendo muy bien e intentamos tomar decisiones por el colectivo”, explicaba el técnico blanquiazul en la rueda de prensa post partido.
Así fueron los motivos de Pellicer para el extraño cambio de Puga ante el Eibar.