«En Talavera nos encerramos en el vestuario como los 300 con los escudos»

El exportero del Málaga CF, Rafa González, ha pasado por el programa de este martes en Radio MARCA Málaga. Durante sus seis temporadas y media como arquero blanquiazul, el asturiano fue parte de aquella mítica liguilla de fase de ascenso en la temporada 1997/1998 en 2ªB en la que precisamente los boquerones terminaron subiendo a la categoría de plata y se tuvieron que ver las caras con el que mañana será su rival en Copa del Rey: el Talavera en el estadio de El Prado.

En aquel doble partido el Málaga no pudo superar al Talavera en ninguna ocasión. Aunque los de Martiricos terminaron ascendiendo a Segunda División tras un rocambolesco grupo con el equipo talaverano, el Terrassa y el Beasain. En la jornada tres el cuadro blanquiazul recibió en La Rosaleda a un equipo cerámico dirigido por Gregorio Manzano, que contrarrestó en el minuto 61 el gol inicial de Guede desde el punto de penalti (1-1). En la vuelta, el partido fue más que caliente, con distintos altercados, una expulsión de Bravo en el minuto 10. Guede de nuevo adelantó a los malalguistas, pero los de Ismael Díaz vieron como el encuentro se les escapaba con los tantos de Fran al borde del descanso y Quini en el 71′.

Rafa González, con motivo del especial partido de esta temporada en Copa del Rey que provocará la segunda visita del equipo costasoleño a El Prado, ha repasado todo lo que fue aquella etapa y ese anecdótico enfrentamiento del que quedan aún en el recuerdo múltiples portadas e ilustraciones de revistas y medios.

Recuerdos

“Es una alegría que sigan apareciendo aniversarios como este. Ahora lo valoras más. En esos tiempos, por el momento de los hechos, no te da tiempo a pensar y a valorarlo”.

El calentamiento de Gregorio Manzano en La Rosaleda

“En aquella época, había entrenadores que daban mucha vuelta a los detalles. Hoy en día, 40 minutos no es tanto para el calentamiento. En ese momento, infravaloraron a la afición, porque la afición del Málaga no se iba a cansar. Les tiene que doler, porque los que lo tuvieron en su mano fueron ellos, dependían de ellos mismos para ascender”.

La ‘batalla’ en Talavera

“Veníamos muy bien en liga y se complicó todo muchísimo. La visita a su campo fue una cosa de locos. Eso era el viejo fútbol: campos más pesados, situaciones con la grada muy cerca donde no había protección… Se llegó incluso a las manos y nos tuvimos que plegar y hacernos fuertes en el vestuario. Nos cerramos ahí como los 300 con los escudos. “Hubo momentos difíciles. Hubo periodistas de Málaga que fueron agredidos. Fue una cosa fea. Nosotros futbolísticamente éramos superiores, pero ahí juegan muchos factores. No nos convenían ciertas cosas, pero si había que dar patadas, se daban”.

Rafa en Talavera

“A mí me iba la marcha y, en algún video que hay, se me ve corriendo hacia la grada saludando, como si fueran mis amigos. Ahí se encienden más. Hay jugadores que les gustan estos ambientes y a otros les pesa. A mí me gustaba llamar la atención. Eso es parte de la historia y de la pasión en el fútbol, siempre que no haya lanzamiento de objetos”.

Los distintos estadios y una locura de liguilla de ascenso

“El césped del campo del Terrasa era una moqueta, nos costaba mantenernos de pie. Como portero, tenía que pensar mucho cómo pisar para no resbalar, ellos tenían ventaja por esa parte. Un partido que también nos costó mucho por el campo fue el de Beasain, pero lo pudimos ganar, aunque el campo estaba como estaba. Son partidos difíciles. En Talavera fue una encerrona, era una cosa de locos. Estuvimos entrenando en Torremolinos, pero eso era Maracaná al lado de ese campo. No creo que los del Terrassa se dejaran perder en la Rosaleda, aunque algunas acciones fueron una carambola increíble”.

Foto: MARCA