
Si perdemos la esperanza, ¿qué nos queda?
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De acuerdo con todo aficionado que viendo el partido frente al Real Oviedo no encuentre opción alguna de permanencia en el actual Málaga CF. Lo de anoche sólo tiene un calificativo: “HORROROSO”.
Ni la más mínima discusión con todo aquel que opine que hay una falta de profesionalidad en esta plantilla que roza lo esperpéntico y la poca vergüenza. Comparto también que la plantilla que diseñaron Pablo Adrián Guede y el ya ex director deportivo del club, Manolo Gaspar, está descompensada desde el principio y que ningún error de las reconocidas deficiencias se ha corregido en el mercado invernal.
Que las últimas dos semanas han sido convulsas con decisiones traumáticas, pero necesarias para la entidad malaguista, es un secreto a voces que también ha llegado hasta el vestuario.
Y que Sergio Pellicer, tampoco estuvo fino ayer en los primeros cambios, no fue capaz de inculcar en sus futbolistas la imagen de compromiso con la camiseta y el escudo que representan. Todo eso unido a la nula profesionalidad de Esteban Burgos, es una vergüenza como se auto excluyó del partido, se deben corregir estas aptitudes.
Ahora bien, si perdemos la esperanza en que este equipo sea capaz de sacar esto adelante, ¿qué nos queda?. Hasta final de temporada estos son nuestros futbolistas y tenemos que apoyarlos nos guste o no. La alternativa es un nuevo descenso de categoría y que el club vuelva a desaparecer para desgracia del malaguista.
¡Memoria, Compromiso y Fe!,!, sobre todo esto último.
