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Era 25 de febrero de 2012. Segunda vuelta de aquella mágica temporada en la que el Málaga de Manuel Pellegrini firmaría su mejor puesto histórico en la Primera División. Un Zaragoza en crisis visitaba Martiricos. Los maños solo habían ganado 3 partidos en 25 jornadas y en La Rosaleda la dinámica no cambió. Los de Manolo Jiménez se adelantaron en la primera parte con un gol del malagueño Aranda. Al final de la primera parte el Málaga consiguió empatar con un gol de Seba Fernández. Sin embargo, el choque llegó 1-1 a los quince minutos finales. Fue entonces cuando el Zaragoza sintió vergüenza.
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En aquel momento el Málaga metió una marcha más e hizo tres goles en apenas 15 minutos. Primero fue Paulo Da Silva en propia puerta y luego llegaron los tantos de Demichelis, Isco y Rondón. El Málaga acabó goleando al cuadro aragonés. Tras el partido, llegó el momento polémico en sala de prensa. El técnico del Real Zaragoza decidió dar espectáculo ante los medios. “El Zaragoza, hasta el segundo gol, ha estado bien. Nos meten un gol previa falta y nos meten otro en propia meta. Pero ya no pongo más paños calientes. Los partidos duran lo que duran y no pongo más paños calientes. Siento vergüenza”, dijo.
Manolo Jiménez se apresuró a pedir disculpas a la afición y a los medios de comunicación por negarse a valorar el partido pero no reculó ni un ápice en sus afirmaciones. Manolo Jiménez tuvo que dar luego explicaciones y fueron estas. “Los que se marchan de los barcos que se hunden son las ratas, los cobardes y los que no sienten nada por el barco«. Pese a todo, Jiménez advirtió que si su mensaje no cala en el vestuario, «o se van ellos o me voy yo”. El siento vergüenza del Zaragoza de aquel día sigue siendo uno de los momentos más míticos que se han vivido en la sala de prensa de La Rosaleda.