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Cuando diseñó la plantilla malaguista el actual director deportivo, Loren Juarros, advertí y comenté dos cuestiones básicas que con el paso del campeonato liguero se están cumpliendo de forma inexorable. La primera es que el donostiarra había formado un plantel con un once inicial y si acaso dos o tres cambios competitivos para pelear por un puesto en las eliminatorias por el ascenso pero bastante lejos de hacerlo por el ascenso directo.
Lo segundo, que dejarlo todo al albor de que nuestros canteranos, muchos de ellos jugando con un filial en la antigua Regional Preferente, era una temeridad máxime después de las temporadas de fracaso continuo en la lucha por ascender del cuadro de Funes.
Ni el Málaga CF tiene la cantera de la Real Sociedad, aunque sea muy prolija, ni los blanquiazules han cuidado esa parcela a nivel directivo desde que llegó el actual administrador judicial, José María Muñoz.
Sin embargo Loren Juarros viene del norte, con ideas de donostiarras y una confianza en sí mismo que le hace pensar que está por encima del bien y del mal, protegido por los años de gestión nefastos de Manolo Gaspar y cía, al tiempo de un gran desconocimiento del fútbol andaluz y malagueño.La combinación perfecta para que las cosas salgan de la forma distinta en las que el director deportivo las ha imaginado o planteado. Se ha equivocado en varias ocasiones en sus declaraciones y sigue pensando que hay tiempo para lograr ascender en dos o tres temporadas, aunque se retractase poco después al respecto.
Pues querido Loren: Este Málaga CF no ascenderá sin fondo de armario, al menos directamente, y por lo que vimos anoche en La Rosaleda, en cuanto se empina la cuesta con rivales de enjundia, los costasoleños pierden el control del partido y de la zona de creación de fútbol, léase el centro del campo. Al margen de Dioni, aún teniendo a Roberto o Loren Zúñiga, no hay un nueve con gol y ni siquiera tenemos jugadores de segunda línea que insistan en los desmarques de ruptura para que otros compañeros aprovechen los espacios.
La racha interminable de lesiones musculares o de otra índole de nuestros futbolistas, a la que nadie da una explicación médica o futbolística, condicionó ayer el planteamiento de Sergio Pellicer y su tardanza en hacer los cambios.Yo no soy entrenador, pero se lo suficiente para saber que ayer el “mister” tardó en realizar los cambios y no se atrevió a ir con todo para no recibir contras de un rival mucho mejor situado sobre el terreno de juego que nosotros.
Del posible 0-2 del Córdoba, pasamos al 1-1 de Haitam. Un regreso ansiado para el chaval y celebración del gol con lágrimas en sus ojos y alborozo en las gradas de Martiricos. Ayer quedaron claras dos cosas, que no hay fondo de armario y que con la cantera solo no ascenderemos directamente.
¡Ah!, y una tercera: Sergio Pellicer no está defendido por Loren Juarros que es quien tomará la decisión de mantenerlo o no en el cargo si las cosas se tuercen. Un Sergio tranquilo no habría dicho ni respondido algunas de las cosas que respondió ayer en rueda de prensa.
En definitiva señor Kike Pérez, director general del Málaga CF, o nos reforzamos en el mercado invernal, traspasamos o cedemos a ciertos futbolistas, y el señor Muñoz pone el dinero para que Loren Juarros pueda hacer su trabajo, o no ascenderemos como campeones de grupo y se nos dificultará mucho meternos en las eliminatorias de ascenso. Y esto no es sacar ya “los tanques de guerra”, más al contrario, es explicar razonablemente cómo nos encontramos.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.