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Tres vidas tiene el Málaga para salvar la categoría y la primera se jugará en Tenerife, un escenario nada agradable en clave blanquiazul. Se juntan factores de pasado y presente. El primero es que para recordar una victoria boquerona en terreno chicharrero hay que remontarse en el tiempo. ¿Y el segundo? El domingo podría ser un día especial para los de Luis Miguel Ramis, quienes plantean la posibilidad de certificar su presencia en el playoff de ascenso en función de los resultados que se produzcan.
Echando la vista atrás, el último triunfo costasoleño en el Heliodoro Rodríguez López (1-2) data del 10 de octubre de 2007, cuando Eliseu y Javi Ramos remontaron el gol en propia puerta de Jesule en la tercera ronda de la Copa del Rey con Juan Ramón López Muñiz en el banquillo. Desde entonces, cuatro empates consecutivos y la derrota por dos goles a cero que estrenó la 20/21 con Pellicer en los mandos y Benkhemassa, Tete Morente o Caye Quintana en plantilla.
Ya en la actualidad, el contraste tan opuesto es lo que podría ser un arma de doble filo para la expedición de Pablo Guede. Los blanquillos con 69 puntos -seis por encima de la Ponferradina, séptimo clasificado-, los boquerones con 42 marcando la última butaca de la permanencia en LaLiga SmartBank. Tenerife será el domingo un escenario nada agradable por lo que hay en juego y la fiesta que se montarían los locales en caso de ganar.