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Marcelino Torrontegui es uno de los iconos del vestuario blanquiazul desde hace décadas. Hoy, 24 de abril, pasó por los micrófonos de la radio que vive el deporte para comentar cómo está pasando estas semanas en el hogar y la situación del conjunto blanquiazul.
Para el masajista esto no afectará en su forma de ser. En cuanto haya posibilidad, volverá a abrazar y disfrutar de sus seres más queridos: “Seré el primero en abrazar a mis amigos y en ver a mi familia. Daré el paso porque soy así. A medio y largo plazo volveré a ser como siempre y creo que los demás también”.
Desde dentro del club, el panorama es incierto y la incertidumbre aún mayor. El asturiano aboga por la tranquilidad, su mayor deseo: “Espero por el bien de todos, como trabajador del Málaga que llevo toda la vida aquí y por la ciudad y prensa, que se reconduzca todo, estamos en esa línea. Debemos ser lo que éramos, un equipo estable y con tranquilidad. Llevo 21 años y, ¿cuántos años hemos estado tranquilos?.. Muy pocos”.
“Fernando Sanz es importante para mí porque es mi amigo. Con él tendríamos estabilidad y seguro que la ciudad deportiva. Sobre todo habría un criterio fijo. Gijón sí tiene ciudad deportiva, fue lo primero que se hizo cuando subió el equipo, destinar dinero para la ciudad deportiva. La cruda realidad es la complicación en la que estamos. Me habría gustado disfrutar de una ciudad deportiva”, apuntaba Marcelino sobre la comparación entre Málaga y Sporting además de la prosperidad del club si estuviese al mando Fernando Sanz.
Torrontegui se despide del malaguismo